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Palazzo, M. (2025). La certificación internacional de la competencia en el idioma italiano en
Venezuela: caso PLIDA. Dialógica, Revista Multidisciplinaria. 22(2), 236-265.
considerando la extensión de Venezuela y las dificultades en el transporte, de combustible
y, sobre todo, por la situación político-económica-social-sanitaria en el cual estaba
inmerso el país. Desde Maturín, Mérida, Caracas, Valencia, Puerto Ordaz, San Cristóbal,
San Juan de los Morros, entre muchos otros, iniciaron los contactos con Palazzo Firenze
para hacer una solicitud oficial para convertirse en Comisiones evaluadoras y unirse a la ya
existente Maracaibo. Incluso algunos solicitaron la posibilidad de convertirse en Centro de
Certificación al mismo nivel de Maracay. Un interés que trascendió lo académico, ya que
no sólo Colegios y/o universidades, sino que incluso los representantes electos por la
comunidad italiana residente en el país manifestaron su interés: COMITES y CGIE,
Embajada y Consulados y viceconsulados de Italia, la Cámara de Comercio Ítalo
venezolana (CAVENIT).
III fase post COVID (2022-2023). El 2022 representa el regreso a la llamada nueva
normalidad y, ante la demanda cada vez mayor por presentar el examen B1, la SDA
reforzó la comisión evaluadora con la incorporación de las profesoras, con experiencia
docente en el Instituto Italiano de Cultura de Caracas, Lucía Sasso (julio, 2022) y Paola De
Laurentis (noviembre, 2022). Asimismo, tras una videoconferencia realizada en marzo de
ese año, con la doctora Francesca Bariviera, jefa de los centros examinadores del PLIDA, se
planteó replicar la experiencia zuliana y buscar la creación de nuevas comisiones ad hoc
para abordar las numerosas dificultades que enfrentaba Venezuela.
En este sentido, el 28 de septiembre, las autoridades del Comité de Maracay
recibieron la visita del Doctor Michele Castelli, quien por muchos años fue jefe del
departamento de italiano de la UCV, acompañado del profesor Francisco J. Sanz, director
de desarrollo institucional del Centro Tecnológico Américo Vespucci en Caracas y cuyo
resultado más inmediato fue la designación del doctor Castelli como examinador para una
posible comisión en la capital venezolana. El doctor Castelli también fue el intermediario
para evaluar la posibilidad de que la histórica Casa d’Italia ubicada en San Bernardino,
Caracas se convirtiese en centro de certificación PLIDA, considerando además que en
dicho lugar se había inaugurado también la nueva sede oficial del COMITES, ente velador
de los derechos civiles de los ciudadanos italianos residentes en el centro occidente del
país ante las autoridades italianas locales.