Vol. 64 (105), 2024, pp.167-198 -Segundo semestre / julio-diciembre
ISSN-L 0459-1283 e-ISSN - 2791-1179
Depósito legal: pp. 195202DF47
Artículo
Página
189
https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3280
inicial. Si el artículo lexicográfico cuenta con varias acepciones y estas comparten la misma marcación dialectal, la abreviatura diatópica se mantiene antecediendo las acepciones. Sin embargo, si las acepciones no son de uso en el mismo territorio, cada una presentará su respectiva información después del número en negrilla que se utiliza para marcar las acepciones.
El orden de aparición de las abreviaturas se organizó de la siguiente manera: primero, superdialecto, luego, dialecto, después, subdialecto y, por último, departamento. Para los artículos que presentan varias marcas regionales, las abreviaturas se organizan en orden alfabético. En caso de que el lema sea de uso generalizado en toda Colombia, la entrada presenta la abreviatura Col.
5.2.5. Variantes ortográficas y sinónimos
Cuando dos formas léxicas tienen el mismo significado y pronunciación, pero presentan diferencias en su ortografía, se consideran variantes ortográficas. Entre estas, se elige como lema la que se usa con mayor frecuencia y las demás aparecen registradas entre paréntesis antecedidas por la abreviatura tb. (también). Por ejemplo, cazabe (tb. casabe), estas variantes no se presentan en artículos independientes. Se consideran variantes sinonímicas aquellas voces que tienen diferente significante, pero el mismo significado. Se localizan al final de cada definición, después del ejemplo de uso, seguidas del cuadratín ( ■) y organizadas alfabéticamente. En el Ejemplario, la entrada en la que más se reportaron variantes sinonímicas fue bastimento, donde se encontraron 8 formas: atao, avío, biao, comiso, fiambre, gato, moga, zarapa.
El ALEC fue la fuente mayoritaria para la recolección voces. Al comienzo de la investigación, se creía que cada mapa reportaba las variantes sinonímicas de un término específico y se esperaba tener que limitar la cantidad de variantes reportadas para cada entrada. No obstante, se observó que estas expresiones no necesariamente eran variantes sinonímicas dialectales, sino que podían referenciar formas nominales de otras variedades del mismo tubérculo, cultivadas en diversas regiones de Colombia, o como sucedió con el caso de mafafa, en el cual se encontraron tubérculos diferenciados taxonómicamente,