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Artículo
https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3280
sonoras, pragmáticas, semánticas, sintagmáticas y paradigmáticas, desarrollando teorías a partir de estas relaciones.
3. Desarrollos lexicográficos previos
El Atlas lingüístico-etnográfico de Colombia (ALEC), pionero en la dialectología de América hispanohablante, recoge en 1523 mapas y 262 localidades, el habla de un país rural, entre 1958 y 1978 (Mora et al., 2004). Realizado por el Departamento de Dialectología del Instituto Caro y Cuervo, ha inspirado valiosas contribuciones como el Glosario lexicográfico del ALEC (Montes et al., 1986), estudios en alimentación como Léxico de la alimentación popular (Rodríguez, 1964) y otros trabajos como la planta lexicográfica digital para el ALEC (DiALEC) (Cifuentes, 2018). El ALEC también ha servido de insumo para las propuestas de división dialectal de Flórez (1961), Montes (1982), Mora et al. (2004) y Ruiz (2020), quien proporciona una división dialectal actualizada del español de Colombia, integrando las propuestas previas a un nuevo modelo. Otras plantas lexicográficas desarrolladas para diccionarios dialectales en América han sido la del Diccionario del español del Uruguay (Academia Nacional de Letras de Uruguay, 2011) y el Diccionario geolectal de Cuba (Camacho et al., 2018), entre otras.
El DiCol, coordinado por Henríquez y Rozo (2018), se apoyó en referencias lexicográficas como el trabajo de Haensch y Werner (1993), de manera tal que se erigió como una herramienta para comprender la variedad del español en Colombia, ofreciendo una recopilación de 6000 términos, incluyendo coloquialismos, extranjerismos y neologismos. Este enfoque se encuentra también en el Diccionario de americanismos de la ASALE (García de la Concha, 2010), que registra el amplio espectro del español en América, abarcando desde términos generales hasta los más específicos, sin omitir variantes vulgares, ofreciendo así un panorama detallado del uso de la lengua. En el campo de la gastronomía, se han visto algunos desarrollos lexicográficos, como el Diccionario etimológico de la gastronomía (Cuéllar, 2013), que explora el origen terminológico de la cocina internacional, aunque renuncia, en el proceso, a ofrecer información sobre el alcance territorial que tienen tanto ingredientes como preparaciones, lo que podría dar a entender que todos estos términos se emplean de la misma