Retoma y resignificación de la paidología en función de la iniciación deportiva
Revista Actividad Física y Ciencias Año 2024, vol. 16, Nº1. ISSN (digital) 2244-7318
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Advertí que la Pedagogía carecía de base científica porque no estudiaba con los
rigores del método, los hechos que, en sus aplicaciones debía conocer. Advertí que
los principios y los métodos, algo así como síntesis de impresiones recogidas al
acaso, en realidad, viviendo una atmosfera demasiado metafísica, debían ser
precedidos por un estudio detenido, reposado, sistemático, de las actividades y
manifestaciones del niño en sus diversas edades, culturas, separando los sexos y
considerando los factores que lo trabajan, acerca de lo cual, en Italia y Francia se
había escrito mucho para explicar el crimen. Advertí la necesidad de un nombre
para esta nueva rama de la Pedagogía general y en 1892 llamé Pelogia primero,
Peologia después en una serie de artículos publicados en la Educación de Buenos
Aires Nos 145, 146 y 147 (en 1892) bajo el título de Estudio del niño en la escuela,
Archivo de Pelogia y en junio de 1893 Registros de Peologia, explicando la
etimología de la palabra, los propósitos de la nueva ciencia y el plan general de
estos estudios (p. 309).
En la introducción del libro intitulado “Paidología” del célebre Pedagogo Domingo
Barnés Salinas (1879-1940), Hernández-Díaz (2008), hace ver que la Paidología en Estados
Unidos fue considerada como un modelo europeísta de lo que para los estadounidenses era
la Psicología de la Educación, pero en un sentido laxo. Por ello, la Paidología nunca tuvo
acogida docente e investigadora, salvo en sus inicios que era vista más como pedagógica
y/o psicológica. Sólo en países de Iberoamérica, como México, Brasil, Argentina, Chile,
Perú, Colombia o Uruguay se mantuvo la llama paidológica, durante casi todo el siglo XX.
(p. 18) En ese mismo apartado introductorio, se hace referencia acerca de tres aspectos que
impactaron negativamente el desarrollo de la Paidología, cuando se expresa que: 1. El
presente paidológico, dentro del contexto de las Ciencias de la Educación, pasaba a ser nulo
como expresión lingüística concreta; 2. La Paidología como ciencia había perdido la
sustantividad que le caracterizó inicialmente; 3. La Paidología resultó ser una aspiración
baldía e infecunda, devorada o diluida por otras ciencias pedagógicas y psicológicas afines.
No obstante, Hernández-Díaz (2008), viendo a la Paidología como la ciencia totalizadora
de la infancia, señala:
En una etapa muy bien señalada de nuestra historia pedagógica en el siglo XX, la
Paidología ha ocupado un espacio de importancia y reconocimiento en la formación
de profesionales de la educación (maestros y pedagogos) y en la investigación
educativa. Conviene recuperar, explicar y valorar tales aportaciones, a pesar de la
escasez de trabajos monográficos de tono y perfil paidológico dentro del más
amplio de las Ciencias de la Educación (p. 19).