Revista Actividad Física y Ciencias Año 2024, vol. 16, Nº1. ISSN (digital) 244-7318
Revista Actividad Física y Ciencias
Año 2024, vol. 16, Nº1
ISSN (digital) 2244-7318
EL PASO DEL TIEMPO COMO POTENCIA
“ELIJO VIVIR”, DE SOL NAVARRO
THE PASSAGE OF TIME AS A POWER
"I CHOOSE TO LIVE", BY SOL NAVARRO
Lic. MSc. Ignacio Del Pizzo
delpizzoignacio@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6935-5331
Recibido: 15- 09-2023
Aceptado: 28-11-2023
“El paso del tiempo como potencia” es una reseña del libro “Elijo vivir. Elisa Forti,
la nonna que corre”, publicada en abril de 2018 por Sol Navarro, periodista oriunda de La
Plata, ciudad capital de la provincia de Buenos Aires, Argentina. La obra narra la historia
de una deportista de aventuras de 83 años a partir de diversos conceptos como la nostalgia,
la memoria colectiva, la divulgación del deporte y la relevancia de las imágenes de archivo.
En tiempos de hiperconectvidad, en que las diferencias entre lo público y lo privado
son cada vez más difusas, la intimidad adquiere cada vez más relevancia si de narrar se
trata. Indagar con respeto, amorosidad y propuestas es sumamente complejo, y Navarro lo
cumple con creces, constituyéndose el de Forti como un testimonio sumamente
enriquecedor que interpela a los múltiples y diversos lectores.
La elección de la temática, pero por sobre todas las cosas de la protagonista, da
cuenta de una sagacidad periodística destacable, que incursiona en la divulgación con una
pluma profesional y una inteligente apropiación de lenguajes diversos.
La periodista platense Sol Navarro hizo su debut en el sector editorial con su obra
“Elijo vivir. Elisa Forti, la nonna que corre”, publicada en abril de 2018. Se trata de una
biografía, y en ese sentido resultan pertinentes las palabras de la autora en el prólogo: dicha
definición resulta escueta para describir cabalmente al material que aquí nos convoca.
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Si bien es cierto que relata muchos de los detalles de la atleta Elisa Forti, lo hace
pluralmente, constituyéndose en un objeto libro coral que incluye, además de las
entrevistas, escucha y sensibilidad de Sol como autora, por un lado; y la generosidad de
Elisa al compartir su vida, por otro, las miradas de múltiples profesionales en diversos
campos de la Comunicación: asesoramiento en estética visual (Lean Arló), fotografía (el
propio Arló y los invitados “Chino” Ávalos, Federico Cabello, Marcos Ferrer, Sol
Magagnini, “Rasta” Martín De Oliveira Méndez, Marcelo Tucuna y Diego Winitzk), diseño
(Leonardo Martínez y Marcos Ferrer) y corrección (Quique Salvino). Hasta el enorme
Eduardo Galeano está presente, quien nos indica antes de comenzar la lectura que el
término “recordar” proviene “del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón”.
Ese pasaje por lo más íntimo marca el ritmo de la historia: en tiempos de
hiperconectvidad en que las diferencias entre lo público y lo privado son cada vez más
difusas, la intimidad adquiere cada vez más relevancia si de narrar se trata. Indagar con
respeto, amorosidad y propuestas es sumamente complejo, y Navarro lo cumple con creces,
constituyéndose el de Forti como un testimonio sumamente enriquecedor que interpela a los
múltiples y diversos lectores.
Breve repaso de una historia que vale la pena ser contada
La enumeración de datos biográficos que presenta el libro es precisa y tiene la
particularidad de poder resumirse en un único breve párrafo, al comienzo del libro:
“¿Quién soy? Una mujer de 83 años, madre de cinco hijos, viuda de Gianni Forti, hija de
Lina Negretti y Felice Sampietro, corredora de carreras de aventura. Mi nombre es Elisa
Sampietro de Forti, pero todos me conocen como Elisa Forti”. Una vez concretada esta
sucinta enumeración formal, nuestra entrevistada (utilizamos “nuestra” porque desde las
primeras páginas de la obra sentimos como colectivas todas sus memorias), se embarca en
un viaje en el que los datos duros se entretejen con los sentimientos atravesados por la
resignificación que los enriquece con el paso de los años.
Esta postura acompaña a la entrevistada a compartir recuerdos de su infancia en la
Italia fascista, en la que los viajes desde su casa hasta la escuela eran lo que la hacían más
feliz. Allí observamos lo que podríamos llamar el primer mojón de la narración biográfica,
en el cual Elisa sitúa el comienzo de su pasión por el atletismo. Este anclaje en su niñez,
que se hace presente durante las primeras páginas del libro, es un indicio acerca del
sentimiento de nostalgia que recorrerá las páginas siguientes.
Luego, como una línea de tiempo que se repite en millones de personas, la
protagonista narra sus vivencias durante la Segunda Guerra Mundial, que marcó desde su
El paso del tiempo como potencia “elijo vivir”, de Sol Navarro”
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primer romance adolescente hasta el desarraigo de su país. Este es otro de los puntos altos
del libro: una dualidad conversacional. En su conversación con la entrevistada, la autora
logra que también conversen las ideas de amor romántico y de la inmigración, deseados en
algún punto, pero dolorosos, buscados y negados, tanto que Elisa indica: nunca me sentí
inmigrante”. ¿Cómo debería sentirse una inmigrante? ¿Hay una única manera?
Entre esas reflexiones surgen otras, como por ejemplo una que, directamente,
podríamos englobarla dentro de una confesión: la imposibilidad de decir “te amo” o “te
necesito” que tiene la entrevistada, aunque lo sienta. Y aquí se marca un nuevo punto
fundamental del texto, la forma en que se tejieron sus vínculos entre familiares y amigos,
que con el correr de las décadas iban a conformar la red necesaria para que, además del
tiempo, la que corra fuera ella.
Influenciada por lo visto en el conflicto bélico global, ya en Argentina el deseo de la
entrevistada era ser instrumentadora quirúrgica, lo que demuestra que tuvo en cuenta el
contexto para definir su vocación. Sin embargo, abandonó la escolarización para acceder a
la educación en mecanografía. Esto, según sus propias palabras, era lo que toda señorita
debía ser”. Luego llegó su casamiento con su novio de siempre, posteriormente los hijos y,
ahora, la oportunidad de aclarar que los hombres no se hacían cargo de los quehaceres de
cuidado a los bebés, una reflexión sentida y con profundo conocimiento de causa.
La relación con los hombres se hilvana, de alguna manera, con la relación con el
horror. Su padre luchó en la Primera Guerra Mundial, ella sobrevivió a la Segunda, y uno
de sus hijos fue convocado para pelear en la Guerra de Malvinas y, posteriormente,
sobrevivir a la condición de veterano. Se trata del relato de una hija, de una sobreviviente, y
de una madre de la(s) guerra(s).
Este contar es desgarrador, y en ese relato se denuncian las complicidades y
crímenes de lesa humanidad perpetrados por el gobierno de facto argentino, luego de dejar
en claro su postura en relación a las guerras mundiales: imposibilidad de comprender
porque, para nuestra protagonista, lo bélico excede a cualquier lógica con un mínimo índice
de humanidad en su concepción. Al leer su testimonio, concebir la idea de que alguien
pueda no estar de acuerdo con ella, resulta sencillamente inverosímil.
El vínculo con su esposo y el que éste tuvo con la dictadura cívico-militar argentina
(fue apresado sin ningún tipo de juicio previo ni respeto por sus derechos básicos), la obligó
a trabajar por fuera del ámbito doméstico (algo que realizó desde siempre y continuó
haciéndolo) para mantener al resto de su familia. Dicho episodio, asegura, le demostró la
posibilidad de romper estereotipos limitantes.
Tal es así que llegamos a lo adelantado por el título de la obra, la nonna que
corre”, y comenzó a hacerlo a los 72 años siguiendo la recomendación de su amiga de toda
la vida y las certezas que habitan en la lógica de su familia: la felicidad no es un milagro.
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Es una conquista”. Al momento de compartir su testimonio con la autora, a los 83 años,
contaba que, si bien había practicado practicó vóley, tenis y natación, nunca pensó que iba a
cruzar los Andes, o estar planificando una expedición al Aconcagua. Porque no sólo es
corredora: es corredora de aventuras. En sus medallas, ve la presencia de sus ausencias:
padres, amigas y esposo.
Algunas reflexiones sobre la obra
Decíamos previamente que, como es habitual en el género biográfico, la nostalgia
recorre el texto, y vaya si se trata es un concepto interesante, complejo y amplio. Está de
moda; encontramos que las producciones de la industria cultural actual, que marcan el
comienzo de la tercera década del tercer milenio están plagadas de recursos narrativos que
apelan a la construcción nostálgica, algo que, si bien es tradicional en la cultura popular y
masiva, se profundiza exponencialmente cada vez más. Su uso está tan ampliamente
difundido que vale la pena destacar aquellas obras que dialogan con la misma con una
fluidez tan destacable como la que disfrutamos al leer “Elijo vivir”.
La obra se construye a partir de dos lenguajes: el escrito y el fotográfico. Y lo hace
de forma simétrica, en todo sentido. El más obvio, es en la carga cuantitativa de cada uno:
la estructura del libro es una página con foto o fotos, la siguiente con texto; una con foto o
fotos, otra con texto, y así desde el comienzo hasta el final. También en el sentido de la
relevancia de ambos lenguajes para el libro, ya que las imágenes no ilustran lo escrito, ni lo
escrito explica las imágenes: establecen una relación estética y conceptual que propone
significados superadores que los que podrían intentar alcanzar de forma independiente.
En el párrafo anterior mencionamos lo obvio y el (los) otro(s) sentidos: podemos
continuar apelando a la teoría barthesiana y retomar el concepto de italianidad acuñado por
el autor francés: la conversación establecida entre Forti y Navarro abunda en referencias a
los orígenes de la entrevistada, que se presentan como fundamentales y muy actuales. Para
comprender el discurrir de su biografía en Argentina, es menester reconocer la riqueza que
le otorga la experiencia de haber habitado dos patrias que le genera un escenario de
seguridad en el presente y una convencida visión de futuro.
Celebramos la publicación de obras de este tipo, que indagan sobre experiencias
particulares que hablan por otras, dotando de voz a múltiples biografías que no serán
contadas. El testimonio de Elisa constituye una metonimia de generaciones de migrantes,
madres, sobrevivientes, trabajadoras y, por supuesto, deportistas. Pero no cualquier
deportista, sino de aquellos a quienes el statu quo les indicaba y sigue decretando- que no
eran o son- capaces.
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Para finalizar, es menester reconocer la gran labor de Navarro, quien tiene varios
méritos como autora. La elección de la temática, pero por sobre todas las cosas de la
protagonista, da cuenta de una sagacidad periodística destacable, que incursiona en la
divulgación con una pluma profesional y una inteligente apropiación de lenguajes diversos.
Esperamos que esta obra sea la primera de muchas, y que la historia de Elisa sea parte de
un equipo enriquecedor de historias de deportistas que corren, saltan o patean a los
estereotipos limitantes.
El autor
Lic. MSc. Ignacio Del Pizzo
Magíster y Especialista en Comunicación Digital Audiovisual,
Licenciado en Comunicación Social con orientación en Periodismo y Diplomado
en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ),
donde se desempeña como director de la Tecnicatura Universitaria en Producción Digital
(TUPD) de la Escuela Universitaria de Artes (EUDA) desde 2021.
Dictó cursos de posgrado y de extensión en diversas Universidades Nacionales,
es el director de proyectos digitales de la Secretaría de Cultura y Educación de la
Municipalidad de Berazategui,
escribe sobre música y cultura popular en el diario Tiempo Argentino y es coautor junto a
Leonardo Murolo de “Cultura Pop: resignificaciones y celebraciones de la industria
cultural en el siglo XXI” (Prometeo, 2021).