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INCLUSIÓN DE CONTENIDOS DE EDUCACIÓN FINANCIERA EN LOS PROGRAMAS ACADÉMICOS DEL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO

 

 

Johnny Monasterio-Pérez*

jmonasterio@unimet.edu.ve

orcid.org/0000-0003-0762-4724

 

 

 

Milagros Briceño-Marcano**

mbriceno@unimet.edu.ve

orcid.org/0000-0002-2824-9890

 

 

Gherson Moreno-Meza***

ghersonmoreno@gmail.com

orcid.org/0000-0002-0000-7152

Universidad Metropolitana, Caracas, Venezuela

 

 

Recibido: 03/01/2022                                Aprobado: 28/03/2022

 

RESUMEN

El objetivo de la presente investigación fue indagar sobre la inclusión de contenidos de educación financiera en los programas académicos del sistema educativo venezolano. Corresponde a un estudio de tipo cuantitativo, no experimental y descriptivo. La población fue seleccionada a través de un muestreo aleatorio simple, conformada por 129 docentes de los distintos niveles del sistema educativo venezolano, los cuales fueron encuestados por medio de un cuestionario. Los principales resultados relacionan el conocimiento e importancia de la educación financiera en el currículum, las estrategias de enseñanza utilizadas y la influencia del contexto actual. A modo de conclusión, se evidenció que los docentes poseen un mediano conocimiento del tema, que el uso de estrategias de tipo participativo ha tomado preponderancia en este proceso de enseñanza, y que el contexto actual incide, indefectiblemente, en la búsqueda de alternativas orientadas a educar financieramente a los individuos.

Palabras clave: economía de la educación; educación del consumidor; educación en economía familiar; educación.

 

INCLUSION OF FINANCIAL EDUCATION CONTENT IN THE ACADEMIC PROGRAMS OF THE VENEZUELAN EDUCATIONAL SYSTEM

 

ABSTRACT

The objective of this investigation was to inquiry the inclusion of Financial Education contents in the academic programs of the Venezuelan education system. This investigation is a quantitative, non-experimental, and descriptive study. The population was selected through a simple random sampling, and it was made up of 129 teachers from the different levels of the Venezuelan education system, who were surveyed by means of a questionnaire. The main results relate the knowledge and importance of Financial Education in the curriculum design, the teaching strategies used, and the influence of the current context. In conclusion, it was shown that teachers have an average knowledge of the subject, and the usage of participative strategies has become prevalent in this teaching process. Also, the current context inevitably influences the searching for alternatives, which are oriented to financially educate individuals.  

Key words: economics of education; consumer education; home economics education; and education.

 

 

Introducción

 

Los cambios que se han suscitado en las últimas décadas de la historia financiera y económica han sido influenciados por determinados acontecimientos en los países del mundo, desde la domesticación de especies vegetales y animales, el nacimiento, expansión y caídas de imperios, el descubrimiento de América, atravesando la revolución industrial, la instauración del patrón oro, la primera y segunda guerra mundial, la caída de la URSS, hasta transigir las causas de las crisis financieras provocadas por factores económicos y sociales de ineludible adhesión. El acaecimiento de estos sucesos ha motivado a diferentes instancias locales e internacionales a propiciar espacios para el estudio de los efectos e impacto de la economía familiar y el manejo de las finanzas domésticas desde los diferentes estratos socioeconómicos de la comunidad global.

Desde el entorno globalizado se han diagnosticado los precarios niveles de alfabetización financiera en países que se encuentran en vías de desarrollo, donde se comienza a gestionar el análisis de alternativas educativas para acometer la problemática de la educación financiera a través de la promoción de programas y contenidos orientados a desarrollar competencias en el área. Según Avendaño & Parada (2011) la educación viene a constituir un espacio de socialización y divulgación de la cultura, es el entorno a través del cual se transmiten los conocimientos que se esperan sean consolidados por los sujetos para su desenvolvimiento en la sociedad. Gamboa, Hernández y Avendaño (2019) infieren que “los saberes y habilidades en materia financiera hacen parte de ese amplio bagaje científico y técnico que se requiere en la actual sociedad” (p. 2), haciendo énfasis en la importancia de la incorporación transversal de los contenidos financieros en los diversos niveles educativos.

La consideración de la educación financiera como un eje transversal, favorece el desarrollo de una población formada para enfrentar los retos económicos, “los individuos financieramente educados son necesarios para garantizar un nivel suficiente de protección a los inversores y a los consumidores, así como el buen funcionamiento de los mercados financieros y la economía” (OCDE, 2005, p.3). De acuerdo con la CAF (2013), la inclusión financiera viene acompañada de la aplicación de enfoques innovadores que incluyan “actividades de sensibilización y de educación financiera, con el fin de promover el bienestar económico y la inclusión económica y social” (p.22). Esto implica la formación del estudiantado para contribuir al desarrollo de políticas económicas aplicables en el contexto personal y de la sociedad. No obstante, Gamboa, Hernández y Avendaño (2019) señalan que a pesar del énfasis que hacen algunas instituciones sobre la importancia de la educación financiera, no es todavía un tema prioritario en el currículo educativo de todas las naciones, Venezuela es uno de estos casos.

En el contexto venezolano, la oferta académica de algunas universidades del país incluye la formación en el área de emprendimiento, el desarrollo de competencias para la inserción en el mercado laboral y la presentación de contenidos financieros básicos para la toma de decisiones en el área económica. Por otra parte, se aprecia que la incorporación de estos elementos en los contenidos de los demás grados escolares es limitada, especialmente en el nivel de Educación Primaria y Educación Media General; esto se puede apreciar al revisar los pensum de estudios y observar la precaria existencia de contenidos orientados al área de educación financiera. Si la formación financiera, según Andaluz (2014, citado por Gamboa, Hernández & Avendaño, 2019) “tiende a la transmisión de saberes, habilidades y actitudes requeridas para el desarrollo de buenas prácticas sobre el dinero, la generación de ingresos y la mitigación de riesgos” (p.4), entonces la inclusión de estos contenidos resulta importante e ineluctable para el proceso educativo integral de los estudiantes.

La inclusión de contenidos vinculados al área de educación financiera va de la mano con la selección de las estrategias didácticas que favorecen en los alumnos el desarrollo de habilidades y actitudes para la inclusión de aspectos financieros en su cotidianidad. Bello & Certad (2019) señalan que “las estrategias didácticas contemplan entonces las de aprendizaje y las de enseñanza” (p. 17). Partiendo de esta premisa, la investigación indaga en las propuestas formuladas por el docente para la consolidación de los conocimientos y a la vez en la percepción por parte de los profesores del grado de aceptación de los estudiantes de las estrategias planteadas. De acuerdo con Bello & Certad (2019), las estrategias didácticas permiten al estudiante adquirir y emplear de forma intencional los conocimientos alcanzados para solucionar problemas en el área de la educación financiera, como es el caso de esta investigación

Ante los aspectos que involucra la comprensión integral del proceso educativo, y considerando que la educación financiera forma parte de este proceso, teniendo como propósito la adquisición de conocimientos para entender el mundo económico y financiero, formando juicios acertados e informados para la toma de decisiones efectivas, se ha planteado la siguiente interrogante: ¿Los contenidos relacionados con la educación financiera son considerados un tema prioritario que tribute a la estructura integral de los planes de estudios en los distintos niveles del sistema educativo venezolano? Esta interrogante emplaza a justificar las premisas necesarias y suficientes para desarrollar los siguientes objetivos.

 

Objetivo general:

 

Indagar la inclusión de contenidos de la educación financiera en el sistema educativo venezolano, durante la década (2012-2022).

 

Objetivos específicos:

 

         Identificar el nivel de conocimiento que tienen los docentes en el tema de la educación financiera.

         Identificar las estrategias didácticas implementadas por los docentes para el desarrollo de contenidos de educación financiera en el pénsum académico.

         Identificar las características del contexto venezolano que impactan en el abordaje de la educación financiera.

         Determinar las implicaciones pedagógicas relacionadas con la inclusión de contenidos de educación financiera en el sistema educativo venezolano.

En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la educación financiera se enmarca en el desarrollo del ODS4 Educación de calidad y ODS8 Trabajo Decente y Crecimiento Económico. El Programa de las Naciones para el Desarrollo (2021) señala como una meta en lo educativo “aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento” (párr. 4) además en lo económico se propone “promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación” (párr. 3). Al respecto, la educación financiera es una vía exponencial para el alcance de estas metas mundiales de la Agenda 2030, por cuanto contribuye al desarrollo de competencias económicas en los niños y jóvenes impulsando un modelo de finanzas sostenibles que sea inclusivo en todas las etapas formativas, contribuyendo a la preparación para la toma de decisiones, comprensión de los contenidos y concientización en el área.

Partiendo de estos fundamentos, la investigación propone el estudio exploratorio sobre la inclusión de contenidos de la educación financiera en los programas académicos del sistema educativo venezolano, para ello se presentan algunas nociones que facilitan la comprensión del proceso de formación integral desde el nivel de conocimiento que poseen los docentes en el tema de la educación financiera; se identifican algunas estrategias de enseñanza que utilizan los docentes en el área; y se identifican algunas características del contexto venezolano que impactan en el abordaje de la educación financiera. La investigación contribuye a generar conocimiento que permita comprender las limitaciones en nuestra sociedad desde una perspectiva reflexiva, no totalizante ni reductiva.

 

Revisión bibliográfica

 

Alfabetización y educación financiera

 

Los rastros de la crisis económica iniciada en el año 2007, y que alcanzó su punto culminante en octubre de 2008, despertó, en el ámbito internacional, la promoción de iniciativas orientadas a fortalecer una cultura financiera cuyo objetivo principal sea el desarrollo de competencias para la toma de decisiones por parte de quienes se desempeñan en este campo. Esto comprende no solo la capacitación de quienes han recibido algún tipo de formación profesional sino también todos los estratos de la población estudiantil; la formación de competencias en materia financiera ha venido constituyendo un ámbito de reflexión para los diferentes niveles del sector educativo en atención a la importancia que representa esta para el desarrollo de las naciones. Domínguez (2013) fundamenta esta importancia con tres motivaciones: “i) la constatación de su insuficiencia generalizada entre la población; ii) la complejidad de los mercados y productos financieros; iii) la atribución de importantes ventajas individuales y sociales a la extensión de la cultura financiera entre la ciudadanía” (p. 3). De acuerdo con una investigación sobre la educación financiera en América Latina y el Caribe (CAF, 2013), se concluyó que las necesidades en materia de educación financiera de la población no son iguales para todos los países de la región y que para un mejor aprovechamiento de las fases de expansión económica que atraviesan los países se puede hacer uso de una combinación entre educación e inclusión financiera, de manera que ambas contribuyan a la reducción de la pobreza; esto implica que los individuos tengan mejor acceso al conocimiento económico, mayor beneficio de los mercados financieros y óptimos rendimientos en la administración de sus finanzas personales.

La comprensión de estas motivaciones atiende a postulados que van desde estadios de simplicidad hasta niveles más complejos de conocimiento, incorpora el desarrollo habilidades para el desempeño de alguna actividad en particular, esto supone un proceso de alfabetización. En el campo financiero, este proceso permite a las personas ejercer el control y dominio sobre la comprensión de terminologías, conceptos y productos financieros, así como adquirir conciencia de los riesgos y oportunidades a los cuales se expone financieramente; el propósito es tomar decisiones informadas y ejecutar acciones orientadas a mejorar su bienestar financiero. En particular, Lusardi & Mitchell (2016) definen la alfabetización financiera, como “la capacidad de las personas de procesar la información económica y tomar decisiones informadas sobre planeación financiera, acumulación de riqueza, deuda y pensiones” (p. 302).

Según la Real Academia Española (2014) alfabetizar significa enseñar a leer y escribir, en tal sentido, la alfabetización financiera puede ser entendida como “el proceso previo a la educación financiera que comprende esa capacidad de leer, escribir y entender lo que se dice en términos financieros, lo que se requiere desarrollar y estimular desde etapas tempranas a través de la educación” (Alfabetización, educación e inclusión financiera, 2015, p. 1). Más allá de que las personas entiendan distintos conceptos asociados a las finanzas personales o cómo funcionan los distintos elementos financieros, lo que se requiere desarrollar en ellos es la capacidad de cuestionar y desarrollar un punto de vista crítico respecto de qué comprar, cuándo y en qué gastar, cuándo y en qué invertir, la valoración del concepto de ahorro y el entendimiento de cuándo y por qué tomar o no un crédito.

Mientras que la alfabetización financiera plantea el orden y conocimiento de capacidades sobre este tipo de información, la educación financiera puede comprenderse como parte del proceso de formación de los individuos que involucra el desarrollo de habilidades relacionadas con el proceso de toma de decisiones económicas y financieras, en el marco de las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen. En este sentido, la OCDE (2013) define la educación financiera como el “proceso mediante el cual los individuos adquieren una mejor comprensión de los conceptos y productos financieros y desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, y mejorar su bienestar” (p. 26).

Denegri y otros (2014), en torno a los resultados detectados en sus investigaciones sobre alfabetización económica, pudieron constatar que “los niveles de alfabetización económica y financiera en adultos y adolescentes son rudimentarios, por lo cual no logran desenvolverse en el mundo económico de un modo óptimo ni tomar decisiones eficientes” (p. 17), ellos observaron una brecha general entre sus capacidades reales de respuesta y los requerimientos de la vida económica. En este sentido Denegri y otros (2014) manejan la definición de educación financiera como un conjunto de conocimientos económicos y financieros, destrezas y actitudes que proporcionan a las personas las herramientas para: i) entender el mundo económico; ii)  interpretar eventos que pueden afectarlos directa o indirectamente; iii) formar juicios acertados e informados que les permitan tomar decisiones efectivas; y iv) desarrollar hábitos de consumo, uso del dinero y manejo eficiente del uso del crédito tanto cotidianamente como en una proyección hacia el futuro.

 

 

Finanzas personales y consumo responsable: enfoque clásico versus enfoque conductual

 

El marco teórico referencial para potenciar la educación financiera debe apuntar a conceptos básicos e intuitivos de uso común y cotidiano pero que a su vez sean la base para el entendimiento de la base de esquemas financieros complejos. El estadio preliminar se orienta a la comprensión de que las finanzas forman parte de una de las ramificaciones de la economía, que es una ciencia social encargada del análisis y estudio del uso eficiente de los recursos escasos. El nivel privado o microeconómico es donde se desenvuelven las finanzas y tienen al individuo como unidad central de un proceso de toma de decisiones (Kahneman, 2011). Dado que la economía, y por ende las finanzas, basan su cometido en la maximización de beneficios y el uso eficiente de los recursos, el dinero es tratado como un bien, respetando así el hecho de que el costo por obtenerlo debe ser menor al beneficio o satisfacción por su obtención.

El individuo es uno de los elementos a considerar en las finanzas, se puntualiza el hecho de que no es un actor totalmente eficiente, éste se comporta como un maximizador de los beneficios como lo describe la escuela clásica. Más bien es un agente que comete errores de manera sistemática de acuerdo con juicios de valor individuales, experiencias y la manera cómo se relaciona con el dinero. Los primeros acercamientos se hacen cuando el niño ve a sus padres haciendo alguna compra o el pago por algún servicio, es decir, comienza a copiar patrones de manera intuitiva (por el lado del gasto), pero escasamente vemos ejemplos de cómo generar recursos (por el lado del ingreso).

Por lo tanto, podemos observar un desbalance informativo, sabemos en qué se gasta, pero se ignora la procedencia del ingreso. La ciencia económica se basa en hacer un uso eficiente del recurso escaso. El dinero como representación de ese ingreso o en este caso, el recurso escaso, es el bien el cual debe ser administrado de manera eficiente, para su obtención y mantenimiento, se debe combinar una serie de herramientas que se van adquiriendo y desarrollando a través de los años.

La constancia, las habilidades, los talentos son algunas de las herramientas que aprendemos y desarrollamos para adquirir y administrar ese ingreso. Rivera & Bernal (2018) indican que, para evitar la vulnerabilidad financiera y el endeudamiento, la educación financiera otorga las herramientas para la toma de decisiones financieras que puede decantar en evitar errores, enfrentar contingencias inesperadas y de incurrir en fracasos. Al mismo tiempo, las finanzas personales se han diseñado para enfocarse en los individuos y su proceso de toma de decisiones tanto de inversión como de consumo, entendiendo a la inversión como una esperanza para la satisfacción de necesidades a futuro, mientras que el consumo se entiende como una necesidad de satisfacción inmediata.

Parte de los propósitos a los cuales se debe abocar la educación financiera es en dar a conocer herramientas para entender los entornos económicos cambiantes y complejos de la economía donde se desenvuelven los individuos. Así, por ejemplo, la educación financiera se propone explicar, entre otros aspectos, como las decisiones de política económica de un país, afectan de manera directa o indirecta a las demás economías. Vemos como una variación en los niveles de tasa de interés de los instrumentos de deuda, afectan variables como tipo de cambio y términos de intercambio (exportaciones e importaciones) y a su vez, cómo esto impacta en las decisiones de consumo de los individuos de ambas economías, por medio de variaciones en los precios.

A nivel académico formal, la escuela de economía de la Universidad Central de Venezuela fue la cuna del estudio económico en el país. De esta escuela destaca los esfuerzos realizados por el profesor Maza Zabala quien acuña el término de la Nacionalización de la Economía (Maza, 1995) que consiste, en poner bajo el control nacional el sistema de producción, distribución y circulación de la riqueza sin que sean poseídos y administrados por el Estado. Este autor plantea que dichos medios debían estar en posesión de la nación como un todo para su aprovechamiento con una participación marginal del capital extranjero en el que siempre resulte favorecido el interés nacional. Esta nacionalización de la economía exige y supone la incorporación efectiva (como productora y consumidora) de toda la población activa con plenitud de su trabajo, donde los capitales estén siempre en función activa de acuerdo con el patrón de prioridades y que por lo tanto no sea una Cuadro de ahorro estéril (Maza, 1995).

Dicha nacionalización debería ser ampliada y aplicada tanto en ámbitos macro, como a niveles micro, para ser aprovechados en aspectos que sean del uso común de todos los individuos aplicados al contexto nacional (Maza, 1995). En este sentido, como parte de esa contribución, el Banco Central de Venezuela institución encargada del diseño y ejecución de la política monetaria y de la ejecución de la política cambiaria, a finales de los años noventa desarrolló dos series educativas en materia económica: una enfocada más hacia el área infantil con la publicación de su “Serie infantil”, pionera en la región, en la que se introduce por el uso de la narrativa por medio de cuentos, situaciones cotidianas en los que aspectos económicos son tratados de manera pedagógica.

La otra publicación, dirigida a adolescentes y público en general llamada “Serie educativa”, en la que se profundiza en aspectos macro como la elaboración del Índice de Precios al Consumidor, el diseño y ejecución de la Política Monetaria y en aspectos microeconómicos como el dinero. Así mismo, el instituto emisor mantiene un programa de visitas guiadas para escolares a partir del 4to grado de Educación Primaria hasta Quinto Año de Media General, donde además de hacer un paseo por las zonas de numismática, se conversa sobre temas económicos enfocados principalmente al dinero y la contribución del instituto emisor a la sociedad venezolana. La labor de esta instancia no solo se limita a la emisión de los billetes y monedas de circulación nacional, sino que también impulsa la elaboración y publicación de estadísticas económicas que contribuyen con la amplia formación educativa de los individuos en materia financiera y económica.

 

El ahorro y la inversión: proceso de toma de decisiones

 

Rueda, Barón y Armas (2014) hacen referencia a la importancia de conocer los métodos de ahorro aplicables en la vida diaria. Expresan los autores que el ahorro y la inversión son acciones que buscan posponer un consumo actual por un consumo igual o superior en el futuro, esta es la razón por la cual se ahorra. El ahorro, es definido como aquel dinero que forma parte del ingreso o la renta y que no es consumido en el momento, mientras que la inversión se define como aquel dinero que no se ha consumido y que por el mismo se obtiene algún tipo de beneficio adicional o es la compra de un nuevo capital (Mankiw, 2007). Al dar el paso del ahorro a la inversión se tiene inmerso un riesgo que se debe considerar. El riesgo es quien explica cómo la incertidumbre y la inseguridad está asociada con el rendimiento de un bien (Garay & González, 2005).

El inversionista decide si da el paso para la inversión o simplemente se queda en el ahorro, este sujeto es quien gestiona el trade-off entre riesgo y rentabilidad. En las inversiones el riesgo se relaciona de manera indirecta con la rentabilidad, es decir, a mayor riesgo mayor rentabilidad y viceversa, de modo tal que se abre un gran abanico de opciones: desde el activo libre de riesgo por definición técnica que es el bono del tesoro americano, hasta los criptoactivos. Ante esta situación, el agente económico deja de consumir hoy para realizar un consumo en el futuro, siempre y cuando se garantice, al menos, el mismo consumo. En estos casos se supone que no existe variación en los precios de los productos, inflación cero, o que existe alguna tasa de rendimiento para ese ahorro que es igual o superior a esa variación del índice general de precios.

De acuerdo con (Kersting y Obst, 2021) el ser humano se comporta de acuerdo con una racionalidad limitada y ésta viene acotada por tres dimensiones: a) la información disponible; b) la limitación cognitiva y c) el tiempo disponible para la toma de la decisión (Rodríguez, 2012). Estos elementos que no eran considerados anteriormente dan paso a una rama de la economía conocida como la economía conductual, la cual se nutre de los aportes psicología, la neurociencia, la antropología o la sociología, los cuales se emplean para entender mejor el proceso de toma de decisiones económicas de los individuos. Uno de los elementos que toma de la psicología son los sesgos conductuales.

La aversión a las pérdidas, uno de los sesgos a describir forma parte de las características del comportamiento humano, en la que siente miedo al cometer errores, en primera instancia, el ser humano niega o justifica las circunstancias antes de admitir la equivocación o contrariamente, toma decisiones subóptimas o conservadoras (Cano y Cardoso, 2015). Por otra parte, el error a la equivocación genera comportamientos en los agentes que pueden parecer irracionales, es el caso del consumo por encima de los ingresos, financiado por medio del uso desmedido del crédito. Por el contrario, está el agente que es muy eficiente en su gasto y teniendo recursos suficientes para el ahorro o la inversión, comete el error de dejarlo en una cuenta, sin que esta produzca nada de rentabilidad, dejándolo a merced de la inflación.

En ambos casos, se observa un comportamiento irracional del agente, dado que debería buscar el mejor uso para sacar el mejor provecho del bien, que es el dinero, seguramente sabe qué hacer, pero su historia y su propia personalidad le impide ejecutar la decisión tomada. De este sesgo deriva otro sesgo, muy relacionado con el ahorro y la inversión el cual es una preferencia innata del ser humano a no ver modificada la situación en la que se encuentra (Kahneman, Knetsch y Thaler, 1991), es decir, a no perder su status quo. En este caso el agente prefiere quedarse tal cual como está, sin perder ninguna de sus comodidades o estilo de vida, sabiendo que, en un futuro incierto, posiblemente pueda estar mejor de lo que está en la actualidad.

Rueda, Barón y Armas (2014) concluyen en su investigación la importancia de “incorporar ejemplos de situaciones cotidianas para mostrar cómo el ahorro familiar mejora la calidad de vida” (p. 96), esta afirmación es pertinente dado lo fundamental del concepto del ahorro y la inversión en la toma de decisiones. Es por ello que la incorporación de la educación financiera va a complementar la dinámica familiar en cuanto al manejo del recurso escaso (dinero) independientemente de la procedencia del mismo, dado que es muy común la administración de negocios intergeneracionales o la recepción de fortunas familiares.

 

Objetivos, niveles e importancia de la educación financiera

 

El ámbito de la educación financiera está inmerso en la cotidianidad de las personas; está presente desde muy temprana edad en la vida de estas. Los niños, niñas y adolescentes observan el entorno y los sujetos que les rodean y seguramente modelan el comportamiento relacionado con el manejo y uso del dinero, de esta forma se aprecia como el proceso de aprendizaje parte de la experiencia directa con actividades económicas y financieras. Según Denegri, y otros (2014) este “aprendizaje de pautas de interacción con el mundo o entorno económico mediante la interiorización de conocimientos, destrezas, estrategias, patrones de comportamiento y actitudes acerca del uso del dinero y de su valor en la sociedad” (p. 79) se define como proceso de socialización económica.

Según Santamaría (2019), el proceso de socialización económica se efectúa, consecuentemente, a través de las siguientes vías presentadas en la tabla 1:

 

Tabla 1

Vías de la socialización económica

Vía

Etapa / Espacio / Momento

Educación inicial

Etapa en la cual los padres y maestros forman actitudes como responsabilidad, honestidad, respeto a lo ajeno, toma de decisiones, sentido de ahorro; aspectos que se convierten en la base de la educación financiera en niños.

Formación escolar

Espacio para la inclusión de estrategias a través de las cuales los niños y jóvenes profundicen en las notaciones básicas para comprender los aspectos financieros que forman parte de su cotidianidad y del desarrollo de la sociedad.

Experiencias personales

Momento en el cual el sujeto es capaz de transferir los conocimientos adquiridos en el área de educación financiera a las experiencias ordinarias vinculadas con la compra de productos o servicios, las labores remuneradas, los aspectos económicos propios de una sociedad en desarrollo.

Fuente: adaptado de Santamaría (2019) y Monasterio, Briceño y Moreno (2021)

 

 

Las anteriores vías de la socialización económica son una aproximación al proceso de consolidación de competencias y habilidades en el área, llevando a los individuos a comprender y profundizar en el objetivo de la formación financiera. De acuerdo con Gamboa, Hernández, & Avendaño (2019) los objetivos de la educación financiera cumplen un propósito por cada nivel de la educación: primaria y media; incorporando adicional la reflexión del objetivo para la universitaria (ver tabla 2):

 

 

 

 

Tabla 2

Objetivos de la educación financiera

Educación Primaria

     Brindar herramientas pedagógicas necesarias para que, desde la base de la comprensión, los educandos puedan adquirir nociones básicas en el tema financiero.

     Disminuir la vulnerabilidad social y económica a partir del manejo de aptitudes y habilidades.

Educación Media

     Inspirar a los sujetos en edad escolar a ser ciudadanos social y económicamente habilitados.

     Asegurar una población que sea capaz de tomar decisiones económicas desde la comprensión.

Educación Universitaria

     Identificar herramientas para el manejo del presupuesto de recursos financieros y el ahorro.

     Elegir productos financieros mediante el uso de herramientas financieras.

Fuente: adaptado de Gamboa, Hernández y Avendaño (2019) y Monasterio, Briceño y Moreno (2021).

El propósito de la educación financiera es formar individuos capacitados para la toma de mejores decisiones económicas en las distintas etapas de su vida. Esta afirmación pone de manifiesto la importancia de la formación integral de los individuos; el acto educativo es entendido como un proceso transformador, un espacio a través del cual se desarrollan conocimientos, habilidades, actitudes y valores, y la educación financiera forma parte de este proceso de formación. El artículo 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) establece que “toda persona tiene derecho a una educación integral de calidad”, y desde este estadio normativo se infiere que parte de esa educación de calidad comprende la formación en materia financiera como parte de la preparación para la sociedad. Al respecto, Gamboa, Hernández y Avendaño (2019) señalan que la formación de ciudadanos para la toma de decisiones financieras acertadas favorece el bienestar personal, familiar y social.

En correspondencia con lo anterior, la OCDE (2005) expresa que los individuos financieramente educados garantizan la protección de la estabilidad económica de una nación. Sintetizando las premisas fundamentales de la importancia de la educación financiera, Santamaría (2019) destaca la relevancia del conocimiento de conceptos básicos, el desarrollo de competencias para administrar las finanzas personales, el fortalecimiento de competencias para la toma de decisiones que afectan el futuro financiero, el manejo del conocimiento financiero global y el impacto de la economía en el desarrollo de la sociedad.

 

 

Estrategias didácticas: métodos participativos

 

Las estrategias didácticas son concebidas como los procedimientos por los cuales los actores involucrados en el proceso educativo organizan las acciones para construir y alcanzar las metas del proceso de enseñanza y aprendizaje; adaptándose, de manera significativa y contextualizada, a las necesidades de los participantes (Bello & Certad, 2019).            Casal & Granda (2003) proponen los métodos participativos como una manera de clasificar las estrategias didácticas, de acuerdo con su naturaleza y propósitos. A través de los métodos participativos se favorece el trabajo colaborativo, la asimilación de conocimientos involucrando activamente a los estudiantes y el desarrollo de pensamiento que permita la solución de problemas.

Los investigadores en el área enfatizan en la premisa de que los diferentes niveles del sector educativo están llamados a incorporar los contenidos financieros en la formación de los estudiantes siguiendo sus esquemas de transversalidad, con el propósito de enriquecer la labor educativa, articulando los saberes con esta área del conocimiento y dotando de sentido los aprendizajes disciplinares mediante conexiones instructivas y formativas (ver figura 1).

 

Figura 1

Tipos de métodos participativos

Fuente: adaptado de Casal y Granda (2003) y Monasterio, Briceño y Moreno (2021).

 

Las estrategias didácticas del área de la educación financiera basadas en los métodos participativos promueven el análisis colectivo de situaciones problemáticas financieras; además del intercambio de ideas, opiniones y experiencias. De acuerdo con Casal y Granda (2003), por medio de los métodos participativos se reta a los estudiantes a enfrentar situaciones cercanas a la realidad financiera; los problemas planteados van acorde a su condición académica y con las competencias esperadas; además de permitir desarrollar un pensamiento que conlleve al proceso de toma de decisiones.

El marco teórico esbozado en la investigación enfatiza que los diferentes niveles del sector educativo están llamados a incorporar los contenidos financieros en el proceso formativo de los estudiantes siguiendo un esquema de transversalidad, con el propósito de enriquecer la labor educativa, articulando los saberes con esta área del conocimiento y dotando de sentido los aprendizajes disciplinares mediante conexiones instructivas y formativas.

 

Metodología

 

La metodología de una investigación permite definir los procedimientos que conducirán a la validez y confiabilidad del proceso llevado a cabo. La investigación sobre educación financiera en el contexto venezolano se aproxima a identificar el nivel de conocimiento de las estrategias didácticas aplicadas por los docentes, para esto se empleó un enfoque de tipo cuantitativo, un estudio de índole exploratorio no experimental y un diseño de investigación de campo. El análisis y selección de los conceptos teóricos permitió la construcción de un instrumento tipo cuestionario con 13 preguntas distribuidas en 11 cerradas y 2 abiertas. Dicho instrumento se diseñó con el fin de recopilar información acerca de tres variables: nivel de conocimiento, estrategias didácticas e impacto del contexto en la educación financiera.

La revisión exploratoria de la literatura en torno al tema de la educación financiera abarcó una fase documental mediante el cual se revisó bibliografía principal y específica, esto permitió agrupar los temas de acuerdo con los criterios de búsqueda: primarios, secundarios y terciarios (Pedráz, 2004). Los documentos revisados mostraron temas comunes que se encuentran vinculados al campo de la alfabetización y educación financiera: finanzas, dinero, ingresos, gastos, economía, productos y servicios, ahorro, inversión, presupuesto (Gamboa, Hernández y Avendaño, 2019). Esta revisión sirvió de base para el diseño del instrumento usado en la recopilación de la información. El instrumento fue validado mediante una guía de validación dirigida a expertos en el área de economía y finanzas y expertos en el área de metodología. Las sugerencias y observaciones fueron incorporadas al citado instrumento antes de aplicarlo a la población seleccionada.

La población fue seleccionada a través de un muestreo aleatorio simple y la muestra estuvo conformada por la cantidad de docentes que participaron en la aplicación oportuna y adecuada del instrumento. En el caso de la población, estuvo integrada por 200 docentes del sistema educativo venezolano de los distintos niveles: educación inicial, educación primaria, educación media general y educación superior, y la muestra estuvo compuesta por 129 docentes: 9% (educación inicial), 19% (educación primaria), 44% (educación media general) y 28% (educación superior), esto le otorgó un enfoque plural e integral al análisis e interpretación de los resultados.

Posterior a la aplicación de criterios para la selección de la muestra, se aplicaron procedimientos para la recopilación y tabulación de los datos. Para la recopilación de los datos se diseñó un instrumento a través del software de administración de encuestas Google Forms, y este instrumento fue aplicado a la muestra seleccionada vía correo electrónico. En este sentido, la educación financiera se comporta como la variable dependiente, mientras que los conocimientos que la población posee al respecto corresponden a la variable independiente. En atención a este criterio se establece la validez de la investigación en virtud de que se busca observar, estudiar y analizar estas variables en la respectiva muestra.

Para la fase de tabulación de los datos se hizo uso de hojas de cálculo, y mediante la organización de la información, a través de la creación y diseño de matrices de cálculo; las respuestas se agruparon por filas y columnas, facilitando así, el tratamiento y concatenación de los datos numéricos y alfabéticos obtenidos del cuestionario aplicado. Finalmente, desde la fase de procesamiento de la información, y a partir del manejo de operaciones aritméticas y la aplicación de estadísticas descriptivas y agregadas, se obtuvieron los resultados que fueron objetos de análisis e interpretación por medio de la presentación de gráficos y la demostración de tablas de valores porcentuales.

 

Resultados, análisis e interpretación

 

Son varios los elementos a considerar en el proceso de enseñanza de la educación financiera y parte de estos se fundamentan en el desarrollo de capacidades para la toma de decisiones asociadas a los términos de ahorro e inversión. En la tabla 3 se muestran los resultados del instrumento aplicado a la población objeto de estudio. Estos hallazgos relacionan de manera directa el conocimiento e importancia de la educación financiera en el sistema educativo venezolano, con las estrategias de enseñanza que se utilizan en el aula y la influencia del contexto venezolano en el abordaje de este tipo de educación en nuestro país. Se trata de temas sustanciales que ofrecen una perspectiva sobre el conocimiento que poseen los docentes del sistema educativo venezolano con respecto al tema de la educación financiera.

En cuanto al nivel de estudios de los docentes encuestados, el 38% alcanza estudios de licenciatura o carreras equivalentes, el 27% alcanza estudios de maestría, mientras que los niveles de especialización, doctorado y técnico superior universitario se ubican en 20%, 9% y 6%, respectivamente. El elemento de la formación y/o profesionalización de docentes conlleva al fortalecimiento de capacidades para el mejor desempeño académico y el manejo de herramientas que garanticen niveles óptimos de eficacia y eficiencia en el logro de objetivos y metas educativas, de esta manera, los docentes pueden hacer uso de vínculos y conexiones mediante el cual se brindan nociones elementales de educación financiera, y posteriormente, propician la construcción del conocimiento a través de contenidos específicos contemplados en los respectivos programas educativos de las asignaturas.

Con respecto al nivel educativo en el cual labora la distribución porcentual la mayor participación fue de Educación Media Diversificada y Profesional 44% y Educación Superior 28% (ver figura 2).

 

 

Figura 2

Nivel educativo en el cual labora

 

Descripción: Gráfico de respuestas de formularios. Título de la pregunta: I.2. ¿En qué nivel educativo labora?. Número de respuestas: 129 respuestas.

Fuente: encuesta aplicada por Monasterio, Briceño y Moreno (2021)

La mayoría de los docentes que respondieron la encuesta (65%) conocen mediana y altamente los términos asociados con la educación financiera, mientras que el 35% se ubica en los niveles “bajo” y “muy bajo” (véase tabla 3). Este conocimiento comprende el dominio semántico y práctico de términos vinculados con el manejo del dinero, el ahorro, la inversión, el endeudamiento y la protección, permitiendo así, la clara identificación de oportunidades y desventajas que preceden al proceso de toma de decisiones en materia financiera. En este sentido, el 65% de la muestra, autoevalúa su conocimiento financiero general entre mediana y muy altamente, mientras que el 35% se encuentra en los niveles “bajo” y “muy bajo” (véase tabla 3). Nótese cómo los resultados relativos al “mediano” y “alto” conocimiento del tema se concentra en los niveles de educación superior, mientras que en los niveles de educación “inicial” y “primaria” se ubican la escala “muy bajo” y “bajo” (véase tabla 4).

Aun cuando los docentes posean el dominio teórico sobre el uso práctico de términos asociados con la educación financiera, esto queda al margen del proceso de enseñanza si los mismos no son contemplados en los correspondientes planes de estudios. Con relación a este aspecto el 40% de los docentes valoró como “muy bajo” el nivel mediante el cual se considera que dichos temas son contemplados en los planes de estudios en Venezuela, y el 58% valora como “bajo” y “mediano” este mismo aspecto (véase tabla 3). Esta distribución porcentual se visualiza de forma más detallada y revela una concentración mayor en la escala de “bajo” y “medio” en los niveles de educación “inicial”, “primaria” y “media, diversificada y profesional” (véase tabla 4). La inserción de contenidos vinculados con el tema de la educación financiera, en los sistemas educativos, privilegia la formación de ciudadanos con capacidades y competencias que le permitan aprovechar oportunidades en el ámbito económico y financiero dentro de su desempeño en la sociedad.

La inclusión de contenidos financieros en los planes de estudios representa un elemento clave para el desarrollo y progreso de los países, actualmente se aprecia como el manejo de transacciones financieras a través del proceso de bancarización y el uso de plataformas tecnológicas para la ejecución de pagos electrónicos, se integran al quehacer cotidiano y posibilitan el acceso de oportunidades de inclusión al sistema financiero por medio de la inversión en actividades de educación, económicas o salud, incidiendo así en el crecimiento económico y el desarrollo de sectores productivos. En concordancia con este aspecto, el 66% de los docentes encuestados consideran como “muy alta” y “alta” la importancia de abordar los temas de educación financiera en los planes de estudios, mientras que el 34% los consideró de mediana y relativa importancia (véase tabla 3). La necesidad de inclusión de dichos contenidos deviene de todos los niveles de educación, obsérvese como la concentración se distribuye de forma homogénea en los niveles “medio”, “alto” y “muy alto” de todos los niveles de educación: “inicial”, “primaria”, “media, diversificada y profesional” y “superior” (ver tabla 4).

Desde el proceso de enseñanza y aprendizaje también se alcanzó a identificar la importancia de abordar contenidos de educación financiera en los programas de estudios; a través del estadio perceptual los docentes encuestados (83%) consideran como “muy bajo” y “bajo” el nivel en que los estudiantes poseen conocimientos financieros básicos necesarios para la toma de decisiones a futuro (ver tabla 3). Esta distribución porcentual se atomiza en los diferentes niveles de educación, pero se concentra como mayor grado de homogeneidad en los niveles “inicial”, “primaria” y “media, diversificada y profesional” (véase tabla 4). Sin embargo, los resultados que expresa este indicador no limita el uso de criterios para la implementación de estrategias (dentro del aula de clases) orientadas a la enseñanza de contenidos financieros y al desarrollo de competencias vinculadas con la comprensión del mundo económico, la interpretación de eventos que puedan afectar este mundo y la toma de decisiones tanto personales como aquellas de índole colectiva que involucran la multicausalidad de problemas financieros y económicos presentes en la vida cotidiana.

El proceso de educar financieramente abarca orientaciones de carácter general y específico, contempla la enseñanza de contenidos disciplinares desde el conocimiento teórico hasta el lenguaje práctico, de aquí la importancia en el uso de estrategias de enseñanza que vinculen los temas de educación financiera. La figura 3 muestra los tipos de estrategias usados por los docentes encuestados para la enseñanza de los temas vinculados con la educación financiera, estos resultados atendieron a las respuestas de preguntas cerradas que se esbozaron en el correspondiente formulario. Nótese como las estrategias participativas relacionadas con la “resolución de problemas”, “discusiones dirigidas”, “clases prácticas” y “estudios de casos”, se distinguen del resto, mientras que las estrategias menos participativas como “Charlas y conversatorios”, “Clases magistrales”, “Talleres y conversatorios” y “Debates y dramatizaciones”, están orientadas a la disertación y exposición de temas de interés.

 

 

Figura 3

Estrategias utilizadas en el aula para la enseñanza de la educación financiera

 

Fuente: encuesta aplicada por Monasterio, Briceño y Moreno (2021)

 

 

Para el campo de la educación financiera, las estrategias de enseñanza basadas en los métodos participativos coadyuvan a la sinergia colaborativa y a la solución colectiva de situaciones problemáticas, además del intercambio de opiniones, ideas y experiencias; de esta forma se “reta a los estudiantes a enfrentar situaciones cercanas a la realidad financiera, los problemas planteados van acorde a su condición académica y con las competencias esperadas; además de permitir desarrollar un pensamiento que conlleve al proceso de toma de decisiones” (Casal & Granda, 2003). De acuerdo con este aspecto, el 35% de los docentes encuestados consideran como “muy bajo” y “bajo” el grado de aceptación de los estudiantes de las estrategias utilizadas para la enseñanza de los temas vinculados con la educación financiera, mientras que el 33% fue considerada de “mediana” importancia y el 32% se ubicó en los niveles “alto” y muy “alto” (véase tabla 3). En cuanto a la distribución por niveles de educación nótese como los niveles “inicial” “primaria” y “media diversificada” se ubican por encima del promedio en la escala “muy bajo”, “bajo” y “medio”, mientras que el nivel “superior” se ubica por encima del promedio, pero en la escala “alto” y “muy alto” (véase tabla 4); en este nivel, el grado de aceptación de los estudiantes es mayor que los niveles educativos inferiores por tratarse de individuos que han desarrollado un mínimo de capacidades y competencias relacionadas con la toma de decisiones a través de la formación académica universitaria, lo que favorece la comprensión de los contenidos y facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En la investigación, se destaca la pregunta del nivel del sistema educativo venezolano en los docentes entrevistados consideran se pudieran abordar los temas de educación financiera en nuestra población estudiantil. Con un 50% los resultados apuntan a Educación Primaria como el nivel donde pudiera iniciarse temas de educación financiera, como se aprecia en la figura 4; Rueda, Barón & Armas (2014) señalan como núcleo central involucrar a todos los miembros de la familia en las nuevas prácticas de ahorro, además en el abordaje de la concientización financiera se sugiere iniciar desde las primeras edades vinculando a los adultos significativos como una manera de formar una sociedad plena en esta área.

 

Figura 4

Nivel del sistema educativo para abordar temas de educación financiera

 

Descripción: Gráfico de respuestas de formularios. Título de la pregunta: III.5. ¿Desde qué nivel del sistema educativo venezolano considera usted que se pudieran abordar los temas de educación financiera en nuestra población estudiantil?. Número de respuestas: 129 respuestas.

Fuente: encuesta aplicada por Monasterio, Briceño y Moreno (2021).

 

Los docentes encuestados por medio de preguntas abiertas al explicar sus consideraciones sobre la inclusión o no inclusión, de enseñanzas que coadyuven a la alfabetización financiera de la población estudiantil, resumieron sus planteamientos en nueve ideas fundamentales: mayor conciencia en las oportunidades de riesgos, el uso de la tecnología como estímulo para la educación financiera, inclusión como temario de otras asignaturas, estimular escenarios futuros al momento de seleccionar una carrera universitaria en el área, planificación de investigaciones experimentales, desarrollo de la economía general, las tendencias mundiales, la formación ciudadana y las necesidades actuales de los jóvenes; estas ideas están resumidas en la figura 5.

 

 

 

Figura 5

Inclusión de estrategias de educación financiera

 

Fuente: encuesta aplicada por Monasterio, Briceño y Moreno (2021).

 

Otro de los aspectos considerados en el estudio, estuvo relacionado con el impacto del contexto venezolano en el abordaje de la educación financiera dentro del aula. El panorama inflacionario que vive el país y el esquema de dolarización no oficial a la cual no toda la población tiene acceso (necesario para la compra de alimentos, pagos de educación y demás servicios públicos), se presentan como variables medulares en el abordaje de la educación financiera; en este sentido el 24% de la población encuestada (niveles “muy bajo” y “bajo”) consideran que el contexto actual del país incide en el abordaje de este tipo de educación dentro del aula, mientras que el 17%, 29% y 30% consideran que el contexto actual incide de forma “media”, “alta” y “muy alta”, respectivamente. Se puede apreciar como en los niveles “alto” el valor queda representado en el 59% de la muestra (más de la mitad de la población encuestada), véase tabla 3, y en cuanto a la distribución de las respuestas por los diferentes niveles de educación se observa una concentración homogénea de todos los niveles educativos en los valores de la escala “medio”, “alto” y “muy alto”, nótese como en los casos del nivel “superior” los resultados se ubican por encima del promedio otorgándole así un grado de importancia relativa a la acción de abordar los contenidos de educación financiera en el contexto actual (ver tabla 4).

La comprensión del fenómeno inflacionario no obedece a una perspectiva aislada y particular de los países  a causa del desequilibrio existente entre la demanda y la producción; según CAF (2013) el concepto de inflación es poco entendido por la mayoría de la población y apenas un porcentaje menor ha desarrollado las capacidades suficientes para calcular las variaciones en el poder adquisitivo de una cantidad determinada de dinero debido a la inflación; los estudios de esta institución financiera (2013) revelaron que menos de la mitad de la población en Latinoamérica tiene una idea clara sobre este concepto, a excepción de México, donde 61% de los encuestados comprendía el significado del término “inflación”, mientras que los resultados de las encuestas realizadas en Colombia y Guatemala reflejaron ese bajo porcentaje de personas que han desarrollado capacidades en la materia financiera, asimismo, poco más de 50% de los encuestados comprendía la relación entre riesgo y rentabilidad, y menos de la mitad de ese porcentaje poseía un buen entendimiento de la relación entre riesgo y diversificación del portafolio (encuestas de Colombia, México y Perú). Como parte de los resultados relevantes se identificó que aquellas personas con mayores ingresos poseían un mayor conocimiento de asuntos financieros (encuestas de Colombia y Perú) (CAF, 2013).

En el contexto actual venezolano se identifican variables que inciden sobre el comportamiento de la muestra seleccionada. Los resultados, resumidos en la tabla 3, indican que la población está poco alfabetizada en términos financieros: sólo el 65% asegura conocer, medianamente, los términos asociados con la educación financiera, y entre esto se destaca, el conocimiento sobre la inflación, el ahorro y la inversión (véase tabla 3). Los docentes encuestados han experimentado personalmente su exposición ante un periodo de hiperinflación que arrancó en diciembre de 2017, y aunque técnicamente terminó en febrero de 2019 (variación intermensual por debajo del 50%) esta se mantiene levemente en términos promedios por encima del 30%, hasta agosto de 2021. También la población ha sido testigo de dos reconversiones monetarias (enero’2008 y agosto’2018) una re-expresión monetaria (octubre’2021) y el establecimiento de controles cambiarios (desde febrero de 2003) con una variedad de nombres y siglas por cada tipo de convenios, pero siempre manteniendo la esencia de restricción cambiaria. Desde el punto de vista educativo, la identificación de estos acontecimientos y sus elementos, propician la oportunidad para el desarrollo de estrategias didácticas que permitan describir y explicar las causas de estas anomalías y las acciones a seguir para el mantenimiento de la actividad económica y financiera en el país.

En un entorno hiperinflacionario (variación intermensual por encima del 50% por varios meses consecutivos) donde los precios de los bienes y servicios aumentan de forma sistemática, la moneda pierde su valor en términos reales, esto conlleva a la reducción del patrimonio monetario de la población, restringiendo así, el uso de alternativas como el ahorro o la inversión en moneda local. La respuesta a la pregunta ¿En qué nivel considera que se puede ahorrar/invertir en el contexto actual? se ubicó en 54% para los niveles “muy bajo” y “bajo”, esto permite evidenciar que el contexto hiperinflacionario limita las acciones de ahorro e inversión de la población. Sin embargo, la respuesta para esta misma pregunta se ubicó en 32%, 9% y 5% para los niveles “medio”, “alto” y “muy alto”, lo que indica que una parte de la población no le atribuye tales limitaciones al contexto económico actual (ver tabla 3).

Otra consideración empírica comprendida entre las premisas de la alfabetización financiera es aquella que relaciona el desarrollo de conocimientos, competencias y actitudes con la capacidad que alcanzan los individuos para la toma de decisiones financieras en las distintas fases de la vida; esta habilidad permite identificar y comparar las diferentes alternativas que acompañan a los supuestos analizados, incluso ante los fenómenos económicos y financieros que puede atravesar una determinada economía. Así notamos como el 6% de la muestra que autoevaluó su conocimiento financiero general como “muy alto”, coincide con el mismo nivel y una aproximación porcentual muy estrecha, con aquella muestra de la población que sí considera posible las alternativas de ahorro e inversión en un contexto país como el actual (véase tabla 3). Los resultados presentados en la tabla 4 califican como “muy alta” la percepción que el nivel de educación “superior” y “media, diversificada y profesional” le otorgan a la acción de ahorrar/invertir en el contexto actual, nótese como la medición y autovaloración en los niveles de conocimiento, así como, la aceptación de estrategias utilizadas para la enseñanza de los temas vinculados con la educación financiera y las consideraciones de ahorro/inversión bajo el contexto actual, oscilan entre 4% y 7%. Esto permite corroborar que en la medida que los individuos estén mejor capacitados y formados en la materia educación financiera, más conscientes e informadas será la toma de decisiones de este tipo, y, por ende, mayor será el bienestar que se reportará en el ámbito personal, familiar y social.

En el estudio sobre la inclusión de contenidos de educación financiera en el sistema educativo venezolano, dentro del contexto actual, se identificaron algunas variables que los encuestados consideraron como influyentes para el desarrollo de la alfabetización financiera en el país, estas variables se agruparon en cinco grandes categorías: i) incertidumbre financiera, ii) manejo de herramientas financieras, iii) currículo, iv) formación docente y v) desconocimiento del tema.  La figura 6 resume las respuestas de los encuestados.

 

 

Figura 6

Variables que influyen en la educación financiera

 

Fuente: encuesta aplicada por Monasterio, Briceño y Moreno (2021).

 

La “incertidumbre financiera” hace referencia a la falta de datos oficiales confiables relacionados con los indicadores del comportamiento económico en el país, la ausencia de información sobre la aprobación de los presupuestos públicos, su ejecución y la respectiva rendición de cuentas, así como, la formulación de medidas para el tratamiento de la crisis económica y social y los cambios inesperados en la implementación de políticas financieras. En cuanto al “manejo de herramientas financieras” se identifica la falta de capacitación en programas básicos para operar las finanzas personales y el uso de software especializados en los colegios para la enseñanza de contenidos de educación financiera. Mediante las respuestas vinculadas a la variable “currículo” se considera que la incorporación al pensum de estudios de contenidos debería atender al diseño e implementación de un eje transversal mediante el cual se vinculen, de manera integral, los temas relacionados con la educación financiera. Con respecto a la “formación docente” los encuestados señalan la preponderancia del rol docente y su formación en temas de educación financiera para la incorporación efectiva de estrategias de enseñanza y aprendizaje en el aula.

 

Tabla 3

Resultados del cuestionario aplicado a docentes del sistema educativo venezolano

 

 

Tabla 4

Resultados del cuestionario aplicado a docentes del Sistema Educativo Venezolano por niveles de educación

 

 

 

 

Conclusiones

 

Desde el estadio perceptual y comprensivo, la educación financiera se ha convertido en un tema relevante no solo para las instancias educativas y el personal docente adscrito a éstas, sino también, para las instancias gubernamentales, las instituciones del estado y las autoridades educativas. Se puede identificar como en el contexto venezolano aún no se ha definido una política pública de índole educativa que permita la incorporación de los contenidos de formación financiera a la formación integral que se promueve en las diferentes instituciones de educación. Estas consideraciones, compelen con urgencia a que desde el nivel político y central se definan cursos de acción y lineamientos que orienten la instauración e integración, al currículo escolar, de un modelo de educación financiera adecuado para los individuos en etapa de aprendizaje, en virtud de que es el aula, el espacio desde el que se transmite de una manera efectiva la cultura financiera y el lugar desde el impulsan los cambios positivos para el desarrollo de las sociedades CAF (2013).

Los docentes del sistema educativo venezolano conocen medianamente los términos asociados con la educación financiera, este conocimiento comprende el dominio semántico y práctico de términos vinculados con el manejo del dinero, el ahorro, la inversión, el endeudamiento y la protección. Aun cuando se alcance a identificar esta ventaja, el proceso de enseñanza-aprendizaje queda al margen si tales contenidos no son contemplados en los correspondientes planes de estudios y programas académicos. La inserción de contenidos vinculados con el tema de la educación financiera, al sistema educativo, privilegia la formación de ciudadanos con capacidades y competencias que le permitirán aprovechar oportunidades en el ámbito económico y financiero dentro de su desempeño en la sociedad.

La importancia de identificar el nivel de dominio conceptual por parte de los docentes del sistema educativo venezolano no limita la implementación o uso de estrategias participativas (dentro del aula de clases) orientadas a la enseñanza de contenidos financieros y al desarrollo de competencias vinculadas con la comprensión del mundo económico y la toma de decisiones tanto personales como aquellas de índole colectiva. Estas estrategias comprenden la multicausalidad de problemas financieros y económicos presentes en la vida cotidiana, y desde la sinergia colaborativa, coadyuvan a la solución colectiva de situaciones problemáticas. El intercambio de opiniones, ideas y experiencias se presenta como un desafío para que los estudiantes enfrenten situaciones cercanas a la realidad financiera.

Es menester señalar que el contexto actual venezolano se ha servido como ambiente propicio para el desarrollo de alternativas que promuevan el establecimiento de cursos de acción encaminados a la formación integral de los educandos. La situación país incide sobre el comportamiento de la población al existir un deficiente nivel de alfabetización financiera y el desconocimiento de temas asociados con la inflación, imposibilita la identificación en el comportamiento de los precios de los bienes y servicios, y al mismo tiempo, la apreciación del valor real de la moneda, esto conlleva a la reducción del patrimonio monetario de la población, limitando así, el uso de alternativas como el ahorro o la inversión. Desde el punto de vista educativo, estos acontecimientos se presentan como una oportunidad para el desarrollo de estrategias didácticas que permitan describir y explicar las causas de dichos fenómenos y la detección de acciones a seguir para el mantenimiento de la actividad económica y financiera en el país.

El alcance de los objetivos específicos permite evidenciar el logro del objetivo general de la investigación: Indagar sobre la inclusión de contenidos de la educación financiera en el sistema educativo venezolano, dentro del contexto actual.

 

 

Implicaciones pedagógicas

 

La educación financiera permite formar individuos preparados para la toma de decisiones económicas en las diversas etapas de la vida. Es un proceso de formación continua caracterizado por el desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores; combina diversos aspectos del proceso de enseñanza como la didáctica, el profesor y el estudiante.

Una de las implicaciones pedagógicas conlleva a reflexionar sobre la necesidad de incorporar, a los niveles del sistema educativo venezolano, los aspectos relacionados con el desarrollo de contenidos de educación financiera. De acuerdo con diversas investigaciones, los niveles de educación inicial y educación primaria son propicios para iniciar la enseñanza de las nociones básicas en materia de educación financiera. Para los niños de etapa inicial, los juegos y talleres lúdicos acompañados del desarrollo de las nociones lógico-matemáticas, además de los proyectos pedagógicos de aulas significativo y contextualizado, son espacios para la construcción de conceptos de economía y finanzas. Por su parte, Santamaría (2019) considera que en la educación primaria no es necesario diseñar una nueva asignatura para el desarrollo de los contenidos específicos de la educación financiera, en atención a que estos pueden impartirse mediante estrategias didácticas que potencien el desarrollo de habilidades, competencias y conocimientos de manera transversal a través de todas las asignaturas.

Un segundo aspecto para tomar en consideración está referido con la inclusión de estrategias de educación financiera. La premisa de considerar que los contenidos en esta área del conocimiento sólo pueden abordarse de forma teórica, es una práctica que puede resultar insuficiente y limitada. Se hace necesario incluir la selección de métodos que se ajusten a los tipos de competencias que se requieren alcanzar (Santamaria, 2019), esto sin duda alguna permitirá la inclusión de estrategias de manera diversas y propiciará el análisis de situaciones para el intercambio de ideas entre pares y la toma de decisiones a través de un proceso de valoración.

El tercer y último aspecto está vinculado con las variables que limitan el desarrollo de la alfabetización financiera en el país. La educación financiera es un tema que requiere abordarse no sólo desde la perspectiva educativa sino que requiere la combinación de esfuerzos por parte de las diferentes instancias que hacen vida en la sociedad (organismos gubernamentales, instituciones del estado, autoridades educativas, sectores productivos, asociaciones gremiales), el propósito es promover la construcción y desarrollo de una conciencia financiera que se geste desde el núcleo familiar, se forme e integre en el espacio escolar, y se ponga a disposición de la sociedad.

 

 

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* Johnny Monasterio-Pérez. Doctor en Ciencias Gerenciales, ULAC. Magíster en Gerencia Tributaria de la Empresa, UNIMET. Licenciado en Contaduría Pública, UCAB. Miembro Ordinario Categoría Asociado y profesor investigador de la FACES (UNIMET). Universidad de adscripción: Universidad Metropolitana, UNIMET, Caracas, Venezuela. 

** Milagros Briceño-Marcano. Doctora en Didáctica de las Organizaciones Educativas, Universidad de Sevilla. Especialista en Tecnología, Aprendizaje y Conocimiento, UNIMET. Profesora de Educación Preescolar, UPEL.  Miembro Ordinario Categoría Titular adscrita al Departamento de Ciencias de la Educación, UNIMETUniversidad de adscripción: Universidad Metropolitana, UNIMET, Caracas, Venezuela.

*** Gherson Moreno-Meza. Candidato a magíster en Administración, mención Gerencia de Finanzas, UNIMET. Economista, Universidad Santa María. Facilitador de los Módulos de Estadística en Excel y Derivados Financieros, Cendeco. Universidad de adscripción: Universidad Metropolitana, UNIMET, Caracas, Venezuela.