Vol. 64 (105), 2024, pp.199-224 -Segundo semestre / julio-diciembre
ISSN - L 0459 - 1283 e - ISSN - 2791 - 1179
Depósito legal: pp. 195202DF47
Artículo
Página
205
https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3281
legado que va de generación en generación y remite a sus raíces. Como afirma Espinoza (2016):
El recetario se conforma entonces como un referente identitario del grupo, conocido y compartido por sus miembros, quienes quizá no sepan cocinar, pero sí degustar y reconocer cuándo un plato forma parte de su cultura, pues no sólo ven en ellos pautas gastronómicas, sino que otorgan los mismos significados. Esto hace de la cocina una señal de identidad. (p.134)
En este artículo se considera necesario analizar el léxico que forma parte de estas recetas, exclusivamente la categorización de los ingredientes y su presencia en el texto, con el fin de identificar los más recurrentes en las recetas, pues de esa manera los hablantes pueden aprender los nombres de los ingredientes más comunes y empezar a utilizarlos en su cotidianidad. La estrategia citada, de hecho, ya es empleada por un grupo broranso, el cual como estrategia reivindicativa de su identidad llama “ó” a la chicha (nombre en lengua vernácula), entonces pueden adquirir los nombres de otros ingredientes frecuentes.
Por otra parte, la gastronomía es “uno de los nuevos productos turísticos que ha ganado mayor dimensión en los últimos tiempos” (Torres et al, 2017, p.2), debido a que “es capaz de reflejar los estilos de vida inherentes a las diferentes latitudes geográficas” (Vega et al, 2018, p. 6), lo cual también resulta provechoso para la comunidad. Además de las comidas autóctonas y exóticas que buscan los turistas visitantes de territorios indígenas “para crear una atmósfera distinta que une la necesidad del viaje con las experiencias inolvidables por la conexión entre el turista, la cultura local, el entorno y la comida” (Torres et al, 2017, p. 6), el empleo de las denominaciones autóctonas proveería una experiencia más auténtica.
Respecto a la clasificación tipológica de los ingredientes, Eberenz (2016) da especial énfasis a los sustantivos como materia prima de las recetas y a los verbos que evidencian su transformación; justamente, según investigó Quesada (2000), los sustantivos son la clase de palabras más numerosa en la lengua naso, dato que se corrobora en la figura 1, pues corresponden al 38% de los elementos documentados en el Diccionario-recetario.
Un porcentaje similar (36%) se refiere a verbos, pero para efectos de este artículo se analizarán únicamente los sustantivos presentes, debido a que es el léxico que adoptan los