Página
212
Artículo
https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3281
acceso a este recurso, y el maíz implica un claro elemento cultural indígena de todo el territorio mesoamericano. De hecho, se documentaron varias recetas cuyo ingrediente base es el maíz: ëb cuó sën t’oc dió (sopa de granos de maíz con carne), ëb jönio (atol de maíz), ëb igá (tamal de maíz), igapcuó (tortilla) y suingá / shuingá (masa de tamal), como evidencia de la importancia de este producto para los broranso.
Otras palabras mencionadas varias veces son: cuóta ‘cáscara’ –no como ingrediente, sino como desecho porque tanto las frutas como las verduras se pelan, de ahí que pertenezca a la categoría “otros”– y shó ‘masa’, que también llega a identificarse como un morfema para los sustantivos no contables, “para formar sustantivos que designan masas, pastas, sustancias, órganos carnosos del cuerpo y marañas ” (Constenla, 2007, p. 49). Así, este morfema se halla en pŕúnsho (harina o ceniza), que deriva de frún ‘polvo obtenido de algún objeto moliéndolo’, y se halla también en srórbosho (azúcar, dulce de caña).
Dentro de los diez sustantivos más nombrados, también resaltan tres utensilios: zbí (olla), igöc (guacal) y apcuóta (piedra de moler), muy propios también de la cultura indígena. En el caso de la piedra para moler, tal como los quelites, se había dejado de emplear debido a la existencia de molederos manuales o incluso por las facilidades para adquirir y usar electrodomésticos, pues la comunidad cuenta con electricidad; por el