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Artículo
https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3287
es un conjunto incompleto, poco significativo en cuanto al número de artículos incluidos” (p. 8).
3.3. Subcampos léxicos de la gastronomía
Hasta aquí, hemos realizado un análisis del tipo de unidades léxicas relacionadas a la gastronomía que forma parte de la macroestructura del Maraisa. Sin embargo, importa también la organización interna de esas unidades, o lo que es lo mismo, el andamiaje que no está expuesto visiblemente en el repertorio y que es producto de la reconstrucción del contenido léxico. Los subcampos que hemos establecido son los siguientes:
(a) Aderezos: guasacaca.
(b) Bebidas en general: aguapanela, aguarapado, cachicamo, calentao, o calentado, caña, carato, caspiroleta, cocuy, garapiña, guarapete, guarapita, guarapo, mistela.
(c) Establecimientos de comida: arepera.
(d) Frutas: catuche, durazno, guanábana.
(e) Ingredientes varios: almidón, bravo, gofio, maíz, papelón.
(f) Platos y comidas: arepa, barbacoa, bollo, cachapa, empanada, funche, hallaca, hayaca, hallaquita, hayaquita, hervido, mazamorra, olleta.
(g) Postres y dulces: bienmesabe, bizcochuelo, buñuelo, catalina, granjería, manjarete, ponqué.
(h) Rutinas y acciones referidas a la alimentación: almuerzo, bastimento, guarapazo, jecho, puntal, retallones, zarataco.
(i) Tienda de productos comestibles y otros expendios: abasto, guarapera.
La clasificación onomasiológica de la materia léxica estudiada da cuenta de la diversidad de aspectos que el Maraisa incorpora del ámbito gastronómico y que se extiende a platos diversos, postres, frutas e incluso rutinas sustantivas para el venezolano. Estamos convencidos de que hay otras realidades, igual de importantes, que quedaron fuera de la faz conceptual de este repertorio, pero ello no obsta para desconocer el cambio de dirección que supuso la confección de esta obra léxica en lo tocante al venezolanismo léxico y, particularmente, a la recepción de las unidades provenientes del campo de la alimentación.