https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3290
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Artículo
lunes”. J. Icaza, Huasipungo, 243. “Dará masito el mote, señora Chepa... ”. M. Corylé, Mundo, 39. “La sabrosa chicha de jora, la típica fritada, los exquisitos chigüiles, el mote de casa...”. M. Velasco, El carnaval, (El Com. Supl. Dom, 26/Feb./84). “Y trae el hornado, el mote, la salsa picante". J. Pazos, Levantamiento, 102. //mote cauca, s. Mote a medio cocer, //mote pillo, s. Guiso típico de Cuenca en el que los ingredientes son mote, huevo y manteca de cerdo: “Para mí el cielo radica ante un buen libro, ante un plato de ternejo mote pillo comido junto a la casa de mi mujer y mis hijos”. G. H. Ma ta, Cusinga, 45. “Preparaban sabrosos cuyes aderezados con papas, habas tiernas, mote pillo y otros bocados... ”. O. Sarmiento, Cuenca, 34. //mote pata. s. Cue. Plato cuencano en forma de sopa de mote con carne de cerdo: “El mote pata de los morlacos es casi, casi el caldo de pata del resto de la Sierra”. J. Cornejo, Folklore. ‘‘Ni maíz para el -mole pata del carnaval”. M. Corylé, Mundo, 67. “...el famoso mole pata, un guiso atroz...”. M. J. Calle, Mi uniforme, 165. //mote pelado, s. El mote al que se le ha quitado la cáscara, generalmente usando lejía “... nuestros famosos cuyes con papas y mole pelado”. E. Cevallos G., Acuarelas, 31. //mote sucio, s. Cue. Plato compuesto de mote y manteca negra. (pp. 659 y 560).
Se aprecia en el fragmento anterior que mote opera como base en lexías complejas variables. Intenta Elking Araujo (2021) otro rastreo con respecto a esta unidad. Aunque su búsqueda no supera el testimonio de Huasipungo, sí lo data en 1966. Apunta que mote se halla en Cabeza de gallo de César Dávila Andrade. En el par de realizaciones aparece caliente y cocido: en las ollas, “humeaba el mote” (p. 44) y sirvieron “una ración de mote y habas aún caliente” (p. 46) . Adicionalmente, Araujo podría estar ofreciendo un dato relevante sobre la productividad de mote (Figura 3) como base para lexías complejas variables. Reseña “mote casado”, que no fue reportado en el DE (Córdova, 1995) y que alude a un plato cuyos ingredientes principales son mote y fréjol (p. 206). De este modo, se ratifica el arraigo mote en Ecuador y su posible productividad para aludir a creaciones gastronómicas cuyo ingrediente es el mote.
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Aquí se constató el uso de mote en la publicación preparada por la Editorial El Conejo en el año 1986.
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En Chile, mote también se presenta como productivo: Mote amanecido, mote de haba (Pernasetti y Ferre,
2015), y mote de trigo (Aguilera, 2015)