https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3291

Vol. 64 (105), 2024, pp.511-546 -Segundo semestre / julio-diciembre

ISSN-L 0459-1283 e-ISSN - 2791-1179

Depósito legal: pp. 195202DF47

Artículo

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Tabasco, México. En Malaret (1946) se refiere a un caldo para Colombia, Cuba, México, Chile y Perú, con una especial descripción del ajiaco colombiano. Que ajiaco siga siendo una denominación para un guiso con diversas preparaciones a lo largo de América se comprueba con su lematización en el Diccionario de americanismos de la ASALE (2010).

3.1.2. Entre normatividad y descripción: alverjado

Tal como se hacía referencia en Chávez Fajardo (2021a), una de las funciones de un diccionario como el de Román era, fuera de dar cuenta de las palabras características de Chile o de Hispanoamérica, ser un diccionario normativo, de consultas, de dudas. Por lo mismo, las palabras relacionadas con el campo semántico de los alimentos también tendrán este tratamiento. Por lo general, son cuestiones de variantes, algunas consideradas incorrectas por el sacerdote. Tal es el caso de alverjado:

alverjado, m. Guiso de alverjas. Como lo que en Chile se llama alverja (véase esta voz) no es tal sino guisante, es claro que no puede admitirse otra voz más, procedente de tan mal origen. (Román 1901-1908).

Tanto alverja como arveja es el uso general, al día de hoy, para referirse al guisante . Sin embargo, Román penaliza un uso que terminó por imponerse. Hay que hacer la salvedad de que este arvejado o alverjado como sustantivo, Román lo menciona sin dar detalles culinarios. En efecto, la función de este artículo, más que dar cuenta de una preparación

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Respecto a arveja y su posición dentro del continuum léxico, se analizó en Chávez Fajardo (2021b). Como

sea, se hará referencia a los aspectos más relevantes de esta monografía léxica. En rigor, etimológicamente esta arveja y todas sus variantes vienen de la ervilia latina, étimo derivado de ervum (lo más probable es que fuese Vicia ervilia). Corominas (1944) afirmaba que este debe haber sido el significado original, el de arveja con el valor del actual guisante estándar, sobre todo por la documentación de Juan Ruiz y los glosarios de El Escorial y Toledo, así como en algunas zonas. El problema radica en llamar con la misma voz (y sus variantes), al menos, a dos referentes distintos. En lo que respecta a arveja hispana, es la nominación que se le da a la especie Pisum sativum , planta cuyas semillas también se llaman guisantes, chícharos, entre otros, en amplias zonas de España y México, sobre todo. La contrariedad, lo menciona Román (1901-1908), primero en reflexionar acerca de esto, es que ha sido arveja el nombre para muchos otros tipos de plantas del orden fabales, entre ellas, la algarroba europea ( Ceratonia siliqua), la almorta (Lathyrus sativus), el yero (Vicia ervilia), la veza (Vicia sativa ) y la algarroba (Vicia sativa ). La unidad léxica empezó a lematizarse como alverja, así en Autoridades , con la cita de Alonso de Ovalle para Chile (cfr. NTLLE). El argentino Tobías Garzón (1910) será quien haga la descripción más objetiva de la unidad léxica, sin ningún freno normativo. En alverja comenta: “muy conocida entre nosotros con este nombre y el de arveja, y en España con el de guisante, voz cuasi inusitada en nuestro país”, así como una nota de uso: “Nosotros usamos indistintamente alverja y arveja, pero, familiarmente, más el primero”.