https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3291
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538
Artículo
3.5. Huevos
3.5.1. Preparaciones de huevos
La unidad pluriverbal huevo pasado por agua, es decir, “el cocido ligeramente, con la cáscara, sin que llegue a cuajar por completo ” (DLE), es un uso peninsular que aparece lematizado en Terreros (ci. 1787) y en la tradición académica en la edición usual de 1817 (cfr. NTLLE). Se conoce, también, en España, las unidades pluriverbales huevo en agua o huevo en cáscara. En Chile, hasta el día de hoy es usual la unidad pluriverbal huevos a la copa para este mismo procedimiento. Si bien Román, el primer chileno en lematizarlo en un diccionario, lo canceló por innecesaria y prefirió la expresión huevos pasado por agua:
copa (huevos a la). Aunque originariamente parece haber venido de la expr. francesa oeufs à la coque, que significa “huevos en cáscara pasados por agua”, como de ordinario se sirven estos en copa, no hay por qué desechar la expr. castellana, que en sí nada tiene que sea contrario al idioma (1901-1908).
Que el uso es el generalizado en Chile se comprueba con Morales Pettorino (1986) y en el Diccionario de Uso del Español de Chile (2010). El DA también lo marca para Ecuador y Bolivia sin referencias lexicográficas hasta el momento del cotejo. Al día de hoy, los huevos a la copa no han aparecido lematizados en obra académica alguna. Otras formas que se encuentran lematizadas en diccionarios hispanoamericanos (sean diferenciales o de americanismos) son: huevo abotonado para Guatemala (Sandoval, 1941) y para México (Santamaría, 1959); huevo amelcochado para Guatemala (Sandoval, 1941); huevo ceroso en Salvador y Costa Rica (Sandoval, 1941); huevo melcochado para Cuba (Sandoval, 1941); huevos pasados para México (Santamaría, 1942); huevos tibios para Colombia, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Venezuela (Membreño, 1897; Malaret, 1946; Valle, 1948; Alario di Filippo, 1964; Tejera, 1993; Van der Gulden, 1995) y huevos tiernos para Costa Rica (Quesada Pacheco, 1996). Esto da cuenta de la riqueza en la variación en la nominación de este referente.
4. Conclusiones
Tal como se ha venido reflexionando anteriormente (cfr. Chávez Fajardo, 2021a), no hay que olvidar que los diccionarios, desde una óptica discursiva y pragmática, se entienden