Filosofía de la educación como aspecto pedagógico.

Autores/as

  • Fernando Gutiérrez Landaeta Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Palabras clave:

filosofía, civilización, valores, humanízate, pregunta, orientación, desarrollo significativo

Resumen

La educación es un hecho existente desde el inicio de la humanidad, desde que la naturaleza contó con la civilización (cultura, técnica, instituciones), aproximadamente unos dos millones de años atrás. Tal hecho milenario ha constituido un permanente interrogante, susceptible de múltiples estudios e interpretaciones. Desde el momento que el animal llegó a ser humano, y por lo mismo animal racional, preguntó y se preguntó qué hacer para ser más humano. La respuesta a tal interrogante no era más que la respuesta al concepto mismo de educación, por cuanto educar es humanizar, esto es, hacer y hacerse íntegramente persona. Esta respuesta continúa hoy siendo positivamente problemática, por cuanto hacerse persona, antes como ahora, conlleva siempre un conjunto de medios y también de valores cuya selección, jerarquía y realización escapan a las predicciones y exactitud matemática y científica. De aquí nuestra «ignorancia científica» ante la pluralidad de opciones y modelos antropológicos y educativos. La herencia nos da el ser, pero no el modo de ser, pues nacemos humanos, pero no humanizados; sociables, pero no socializados; morales, pero no moralizados. Aprendemos a ser humanos, sociales, morales. Por medio de la educación. El nacimiento nos da las capacidades, la educación desarrolla las facultades y potencialidades que la herencia nos proporciona. Esta es la tarea de toda educación: hacer que la persona que nace aprenda a ser humana entre los humanos, optando por unos u otros valores.  La importancia de este hecho, la educación, tan complejo como imprescindible, no heredado, sino adquirido, ha ocupado buena parte de los pensadores de todos los siglos, por cuanto el aprendizaje humano comporta un conjunto de ciencias y saberes filosóficos, científicos y tecnológicos, denominados hoy Ciencias de la Educación, cuyo conocimiento es imprescindible a todo educador, pues no educa sólo quien quiere, sino quien, además, sabe educar. La Filosofía de la Educación ha sido uno de los saberes cuyas aportaciones, como a continuación indicamos, dan sentido globalizador y crítico a la educación, esclareciendo conceptos y facilitando presupuestos epistemológicos, antropológicos y axiológicos, condicionantes del sentido teleológico de toda acción educativa. El deseo de saber; Todos los hombres desean por naturaleza el saber. Con estas palabras Aristóteles inicia su Metafísica manifestando, de este modo, la tendencia intrínseca de todo ser humano hacia la sabiduría. El hambre o deseo de saber fue una necesidad desde que el hombre es hombre, un problema a solucionar, para dominar mejor la naturaleza, y así lograr una vida más humana y humanízate. De este deseo y ansia de saber nació la pregunta. Por eso, el hombre, eterno preguntón, siempre ha preguntado y se ha preguntado, es un ser que pregunta y se pregunta. Preguntar implica siempre un distanciamiento, alejarse en el espacio de las ataduras de la experiencia sensible a fin de poder introducir la perplejidad que motiva el juicio crítico. El hecho de preguntar es ya un saber, un saber ignorado, pero saber que, desde la ignorancia, demanda una respuesta, aunque no siempre la pregunta raya logrado una respuesta eficaz. La eficacia en nada mengua su valor. De aquí que la pregunta y si problema sean momentos importantes para lograr la sabiduría, al margen de las respuestas y soluciones alcanzadas.

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Publicado

2025-11-09