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Así, la historia de la obra que antecede a La noche sagrada, El niño de arena, gira
en torno al destino de una familia musulmana que cuenta con siete hijas. El padre espera
desesperadamente el nacimiento de un varón, el heredero legítimo, con el cual desechar la
vergüenza de sucumbir a la codiciosa presión de otros, quienes sin ver sucesor tendrán
derecho de poner manos a los bienes. Bajo esta situación el padre decide más o menos lo
siguiente: incluso si nace hembra, será varón. Y así fue. La historia de Ahmed quien será
Zahra en La noche sagrada es contada por diferentes cuentacuentos en la plaza pública como
es tradición en África3. Algunos de los relatos se presentan con arrebatos extraños y
extravagantes.
En La noche sagrada, luego de largos años de extravío, Zahra, ya vieja, retorna al país
movida por el deseo de decir la verdad, de contar ella misma su historia, ampliamente
tergiversada por los cuentacuentos errantes. De este modo, se depliega una serie de sucesos,
lugares, personajes que nos permitirán a nosotros, críticos de esta obra, explicar la estructura
y significado de los mundos a través de los cuales se expresan temas universales como la
identidad, el dolor, la sexualidad, la muerte, el encierro, el exilio, la angustia, la soledad, el
complejo, la moral y la luz.
Una vez publicada La noche sagrada de Ben Jelloun, Le Monde (1987) la reseña.
Refiere el uso de “los juegos de sombras y luces”, lo cual coincide con el interés de nuestra
3
La plaza o el árbol de palabra es donde se reúnen los poetas, los griots. Para decir cómo Ben Jelloun
ilumina el ámbito de la plaza, se nos ocurre referirnos a la memoria más antigua, la cual ubicamos en el África
negra, donde están los baobabs. “Se cuenta que al principio de la vida el baobab era el árbol más espectacular
de la Tierra…”, y lo era tanto que quiso superar a los creadores y estos lo castigaron plantándolo al revés. Pero
lo que suponía un castigo terrible con el tiempo se convirtió en maravilla, un árbol que crece hacia abajo nos
conectaba con el inframundo, con nuestros ancestros y con lo oculto:
Muchas tribus africanas se reúnen, conversan libremente, firman tratados o establecen compromisos
sentados bajo ese árbol. Muchas reuniones importantes tienen lugar allí y las actividades de los
chamanes a veces sólo tienen eficacia si se han realizado bajo su sombra. Algunos pueblos enterraban
en sus troncos a los griots, que eran los depositarios de la cultura oral. El baobab es el árbol ideal para
la celebración de la palabra profunda y significativa, es el árbol del diálogo. Sólo a su lado el ser humano
tiene la sensación de que sus actos están en relación con el cielo y la tierra, con el pasado y con el futuro.
[https://lalineadelhorizonte.com/revista/baobab-el-arbol-de-la-palabra/]
Podemos suponer que el origen de la Plaza tendrá un significado similar en África del norte, según
apreciamos en la novela, la plaza sigue reuniendo a los griots, a los cuenta cuentos del desierto, la palabra es la
luz de la plaza.