Reseña
hechiceros y demás criaturas malignas con la finalidad de salvar sus vidas y restaurar el
orden natural de las cosas.
Sobre la novela de King son resaltantes varios aspectos, como el tipo de narrador en
perspectiva de primera persona. A través de los ojos de Charlie y su voz, se perciben con
absoluta nitidez todas las reflexiones, pensamientos y acciones que se generan durante su
travesía, introduciendo al lector en dicho viaje. Asimismo, la elaboración de diálogos de corta
extensión permite que la lectura sea bastante fluida y en esta ocasión, se convierte en un
aspecto positivo de la obra. También, la descripción en el cuerpo de la novela nutre el
escenario o ambiente para ubicar al lector de manera paulatina dentro del mundo creado por
King. En relación con el tiempo narrativo, este se encuentra bien cuidado. Es un tiempo
sencillo y lineal que el lector puede seguir sin ningún infortunio. A través de un lenguaje
natural como es el caso del escritor, este logra hilvanar una historia de fácil comprensión para
sus lectores sin hacer uso de recursos complejos o una narrativa enrevesada.
En relación con la construcción de los personajes, existe un amplio contraste entre
ellos. Los mismos son en apariencia entes comunes. Desde el protagonista de la historia,
Charlie Reade, hasta sus ayudantes y los respectivos antagonistas, que son seres de otro
mundo. No obstante, son personajes en constante cambio. En el caso de Reade, explora las
posibilidades de un mundo distinto y comienza un viaje iniciático como joven-héroe a través
de una catábasis o descenso a los infiernos, y una posterior anábasis o ascenso, siendo esto
un elemento clave de la fantasía épica y la lucha entre el bien y el mal. Asimismo, hay algunas
pistas simbólicas e intertextuales de las hace gala el texto, que aluden a obras universales
como: Alicia en el país de las maravillas, El mago de Oz, Jack y las habichuelas mágicas,
La historia interminable, La Biblia, La guerra de las galaxias, La feria de las tinieblas y la
conocida saga Juego de tronos, además de personajes literarios como Sherlock Holmes e
Iñigo Montoya, e históricos como Charles Dickens y Jack el destripador, entre otros. Además,
se alude a obras del Kingverso, como se les conoce a las relaciones intertextuales con las
propias obras del autor, entre las que se destacan Cujo y su aclamada saga, La torre oscura.
En el caso de la obra que se ha reseñado, es un libro apasionante cargado de elementos
narrativos destacables como los mencionados en líneas precedentes. Es oportuno recalcar
que se trata de una novela dentro de un subgénero poco explorado por Stephen King, como