que exploran su obra desde perspectivas complementarias, sino que incluye ocho artículos
de investigación que dialogan con su compromiso con los estudios lingüísticos, literarios y
pedagógicos en América Latina.
El primero, "Observaciones lexicográficas al Glosario de barbarismos de José
Manuel Montenegro", de Díaz Blanca, Harringhton Martínez y Brizuela, desentraña las
tensiones entre purismo normativo e identidad social en el léxico venezolano de 1903-1904;
revela cómo los llamados barbarismos son crónicas de resistencia cultural. En sintonía con
esta reflexión sobre lengua e identidad, el segundo artículo, "La lexicografía hispana en
Paraguay", de Baca de Espinola y Espinola Benítez, examina el desarrollo tardío de la
disciplina en un contexto de bilingüismo guaraní-español, en el que políticas lingüísticas
fluctuantes forjaron una convivencia única marcada por interferencia y complementariedad.
El tercero, "Conciencia fonológica y su incidencia en el aprendizaje inicial de la
lectura", de Muñoz Espinoza, Serrano de Moreno y Castro Martínez, honra su compromiso
pedagógico al demostrar experimentalmente que la estimulación fonológica en niños
ecuatorianos de 4 a 6 años es cimiento indispensable para la alfabetización temprana. La
literatura, otro de sus pilares, se explora en tres contribuciones: el cuarto artículo, de
Caballero Vargas y Hernández Albarracín, define criterios para novelas de formación
homosexual a partir de obras colombianas, exponiendo cómo la injuria social y la
subalternidad desnudan violencias estructurales; el quinto, escrito por Rueda Castro, analiza
el drama Ernesto (1842) de Rafael Minvielle como espejo de las luchas ideológicas chilenas
postindependentistas; y el sexto, de Porras, deconstruye la polifonía paratextual en Las horas
claras de Jacqueline Goldberg, donde epígrafes y notas amplifican la voz silenciada de
Madame Savoye.
Para cerrar este marco, el séptimo artículo, de Aguilera López, Mendoza Viera,
Rivera Herrera y Vásquez Rodríguez, estudia la poesía femenina centroamericana en
contextos revolucionarios; muestra cómo Gioconda Belli y Claribel Alegría convirtieron el
cuerpo en metáfora de resistencia política. El octavo artículo, de Gámez Ramos y Godoy
Calero, regresa a la lingüística con un análisis morfopragmático de sufijos apreciativos en