La cabeza bien puesta. Repensando la reforma – Reformar el pensamiento. Bases para una reforma educativa. Autor: Edgar Morín (2002)
DOI:
https://doi.org/10.56219/rgp.vi34.544Resumen
No podemos separar el tipo de escuela que queremos del tipo de sociedad que deseamos alcanzar. Los centros escolares no sólo educan a través de los mensajes que transmiten, sino fundamentalmente, a través de las prácticas formalizadas que entre todos los participantes producen. Una escuela democrática, abierta al entorno, con espacios de encuentro entre todos los actores educativos, amplía el repertorio de oportunidades para el ejercicio de la ciudadanía. Es un espacio educativo que implica trabajar efectiva y coordinadamente con las personas que hacen vida escolar: comunidad-familia, servicios sociales, psicopedagogos, actores culturales e intérpretes.