Francisco de Miranda ante la justicia revolucionaria (París, 1793)
Palabras clave:
Francisco de Miranda, Revolución Francesa, justicia revolucionaria, París, juicioResumen
De un prócer como Francisco de Miranda mucho se ha escrito. Los historiadores se han encontrado fascinados ante la vida de un hombre que parece extraído de una poesía épica griega. Participó en las revoluciones más emblemáticas del siglo XVIII y comienzo XIX. Fue General de diversos ejércitos, tanto americanos como europeos. Se paseó por las cortes europeas y los halls americanos. Cenó con Napoleón y Washington y supo vender su influencia al Primer Ministro Británico. Tuvo una vida fervorosa, apasianada, tenaz. Fue un “Quijote que no está loco”, como lo describiría el mismísimo Bonaparte. Logró su República, pero la perdió. Conoció la cima y el fondo, la gloria y la desgracia; la travesía del héroe cristalizada en la vida de un criollo que se hizo universal. De todo lo dicho, consideramos que existe un aspecto de su vida que no ha sido evaluado con profundidad: su juicio en París. Durante su estadía en Francia, pese a sus grandes glorias castrenses, fue tildado de traidor y objeto de un proceso que casi le cuesta la vida. Gracias a su habilidad y a su defensor, Claude François Chauveau Lagarde, queda absuelto. No sin antes atravesar un juicio complicado, que se enmarca en una época convulsa como lo fue la Revolución Francesa. El siguiente trabajo pretende hacer un análisis del juicio en cuestión, detallando el contexto histórico, viendo sus aspectos procesales y valorando el derecho aplicado en la época. Todo esto para evaluar la naturaleza del juicio y las circunstancias que rodearon tanto su sustanciación como su resultado.