EXPLORANDO LAS CONCEPCIONES DE TRASTORNOS Y DISCAPACIDAD, PROBLEMAS DE SALUD MENTAL, DISCAPACIDAD PSICOSOCIAL Y TRASTORNO MENTAL: UNA REVISIÓN DE LA LITERATURA.

Resumen

En Colombia durante y después de la pandemia de COVID-19 algunos niños, niñas y adolescentes, presentaron síntomas que impactaron su salud mental. Se observó un incremento en los niveles de ansiedad, depresión, estrés, entre otros. Si bien estos síntomas pueden manifestarse de diversas maneras, es crucial diferenciar su clasificación: problemas de salud mental (o enfermedades), trastornos mentales y discapacidad psicosocial. Para ello, entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) han desarrollado criterios para categorizar estas alteraciones. A pesar de que estos constructos son originarios del sector de la salud, su incidencia en la educación ha generado grandes desafíos al momento de pensar en una educación de calidad, lo que ha conllevado a la necesidad de trascender de modelos médicos centrados en la rehabilitación hacia modelos sociales y de derechos que promueve valores de inclusión y equidad, pero también ha creado ambigüedades terminológicas que dificultan la distinción conceptual entre problemas de salud mental, trastornos mentales y discapacidad psicosocial, que perpetúan prácticas homogeneizadoras, barreras actitudinales y estigmas sociales. Por ello, esta investigación tiene como objetivo principal establecer una distinción conceptual entre estas categorías, utilizando una metodología descriptivo-exploratoria basada en la revisión de literatura académica. Se incluyeron documentos de entidades internacionales que clasifican alteraciones del desarrollo y políticas nacionales relacionadas con la participación de personas con diagnósticos, además de búsquedas en bases de datos como Google Académico, Scielo, Dialnet y Scopus. Se excluyeron investigaciones sobre educación superior y aquellas que no abordan explícitamente la conceptualización de los términos analizados. Los hallazgos destacan la importancia para proporcionar apoyos que atiendan las particularidades de cada individuo. Se concluye que una comprensión clara y precisa de estos conceptos es esencial para avanzar hacia prácticas inclusivas y basadas en derechos.